Es lo que hace el
jugador del C. F. Barcelona, Cesc Fábregas, según un artículo publicado en el
diario El Mundo (27/12/11), desde que llegó al club catalán procedente del
Arsenal. Y continua: “mi sueño
era ser futbolista, nunca pensaba que lo llegaría a ser y ahora pienso ¿porqué
a mí?. “Supongo que se debe al trabajo duro, a las decisiones que tomas y
también a la suerte”.
"Hay un momento en tu
carrera en el que debes elegir
entre ser un muy buen jugador o un gran jugador. A los 16 años necesitaba salir
de Barcelona para crecer como jugador y el Arsenal me dio esa oportunidad; ahora volver al C.F. Barcelona era
un salto cualitativo para mí. Creo que en los dos casos la decisión fue
acertada". Un excelente ejemplo de motivación personal centrada en la mejora,
que le permitirá desarrollar su potencial futbolístico más allá de lo
imaginado por él mismo.