domingo, 27 de enero de 2008

la presión es un privilegio

Es una parte del mensaje que recibió María Sharapova justo antes de disputar la final del Abierto de Australia (El País 27-01-08). El consejo que le dio la mítica tenista Billie Jean King, ganadora de 12 torneos del Gran Slam, a la jugadora rusa a través del móvil fue: “Las campeonas aprovechan sus oportunidades: la presión es un privilegio”.



Es otro buen ejemplo de la importancia que tiene saber entender los procesos en torno a la presión para aprovecharla y poder utilizarla para mejorar las prestaciones de rendimiento.



Sin embargo, en la página de al lado, la noticia era: “dos novatos frente a la presión”, refiriéndose a los dos finalistas masculinos. También curiosos comentarios en el sentido de que es algo natural, “.. que si no la tienes algo pasa contigo, que siendo uno de los mejores jugadores del mundo siempre tienes mucha presión sobre tus espaldas”.



En todos ellos se aprecia un tránsito inconsciente entre el componente endógeno y exógeno de la presión. Me quedo con el mensaje que recibió la tenista rusa.



lunes, 21 de enero de 2008

lo que no aguanto es que me soplen en la nuca.

Puede ser un buen ejemplo de los típicos comentarios que aparecen cuando l@s deportistas responden de forma reactiva durante la competición a los acontecimientos que no son de su agrado. Su baja tolerancia a la incomodidad, a la  proximidad o contacto del adversartio, a los acontecimientos adversos o a cualquier cosa que suponga una ligera contrariedad, hace que se encienda la chispa del comportamiento reactivo y, como consecuencia de ello,  sea expulsado del terreno de juego. Resultado: inferioridad numérica.



Lo curiosos es que conociendo y existiendo diferentes formas de desarrollar la tolerancia psicológica para mejorarla, todavía se deje al azar o a cualquier tipo de providencia  la posibilidad de que no vuelva a suceder: “ha caído en la provocación del contrario, es una respuesta infantil y tenía que haber contado hasta cien antes de responder de esa manera”.



A veces, conociendo la personalidad de l@s deportistas, se puede utilizar como recurso táctico y buscar estas debilidades psicológicas en el/la adversari@ que, normalmente, no se mejoran. Por supuesto, siempre dentro del respeto al reglamento y del juego limpio. Es una parte del plan integral de competición.



lunes, 14 de enero de 2008

la pasión no teme al peligro ni al esfuerzo



Junto a la noticia de la muerte del legendario Edmund Hillary, el alpinista que coronó por primera vez el Everest (EL MUNDO 11/01/08), he leido algunas las declaraciones que realizó en una entrevista bajo este enunciado.



Destacar la fuerza que tiene la pasión en la orientación y persistencia de la conducta en los seres humanos no es nuevo pero, desde un punto de vista deportivo y relacionado con los procesos de tecnificación de jugadores convendría tenerlo en cuenta.



Continuamente escucho en mi entorno comentarios acerca del déficit productivo que se produce en Zubieta, centro de tecnificación de la Real Sociedad, achacable a una especialización tardía o a una formación polideportiva excesiva, es decir, balones fuera. Sin embargo, nada he oído decir del proceso formativo o del impacto que produce en los jóvenes talentosos el clima motivacional de su entorno.



Para alcanzar metas extraordinarias, y de eso va el artículo señalado, es necesario cultivar la pasión y la responsabilidad que son dos ingredientes muy importantes de la motivación. Esto permitirá asumir situaciones de riesgo con determinación y sin miedo, implicarse con el máximo esfuerzo y perseverar en la mejora, a pesar de frustraciones y dificultades máximas que pudieran presentarse. Pero, para ello, habrá que reforzarlas y alimentarlas a lo largo del camino que tiene que recorrer un joven talentoso en la búsqueda de la excelencia deportiva.



miércoles, 2 de enero de 2008

derrotas y fracasos

En un artículo publicado en el periódico (El Mundo 24/12/07), se considera que los resultados de Fernando Alonso, La selección española masculina de Baloncesto y el de Sergio Garcia en el Open Británico fueron un fracaso porque perdieron en el último suspiro.



Se apela al desastre, a la caída al precipicio y otros términos catastróficos para valorar los excelentes resultados obtenidos por los deportistas españoles, por el simple hecho de no quedar primeros. Si los resultados lo son todo, que nos puede extrañar que los deportistas hagan todo lo posible, incluso  trampas, para conseguirlos.



También es una responsabilidad de los medios de comunicación generar climas positivos y valorar lo verdaderamente importante de una competición para los deportistas, como es el hecho de darlo todo.



Desgraciadamente este tipo de artículos y valoraciones, al anteponer el resultado a todo lo demás, nos alejan de un deporte en el que se valore la honestidad, la limpieza y la máxima entrega en situaciones excepcionales, como han sido las competiciones mencionadas.  Es el camino hacia  el desencuentro futuro con la sociedad y a la pérdida de su valor social.