lunes, 14 de abril de 2014

la alta competición: el dominio de las funciones ejecutivas. (IV)

Como continuación a la entrada anteriror, relacionadas con las dos categorías básicas de las funciones ejecutivas, señalar que el Metaconocimiento, hace referencia a la habilidad necesaria para mantener y manipular información a corto plazo que permita ejecutar acciones posteriores,  a la capacidad para autoevaluarse y tener iniciativa, entre otras funciones.  Mientras que la regulación del comportamiento, se relaciona con la regulación y utilización emocional, sobre todo en situaciones presionantes,  para tomar la iniciativa en el juego en situaciones no previstas o para inhibir una acción inapropiada, una vez iniciada la misma.
Las correspondientes a la primera son 1) Autosupervisión: Por un lado, se refiere al hábito de evaluar el propio rendimiento durante la realización de una tarea o inmediatamente después de finalizada, con el objeto de cerciorarse de que la meta propuesta se haya alcanzado. Por otro, la capacidad para evaluar las consecuencias  de su actuación. 2) Organización instrumental: Es la habilidad para ordenar las cosas del entorno, relacionadas con las tareas a desarrollar y constatando que están disponibles para su utilización. 3) Planificación: Es la capacidad para ordenar la información e identificar las claves en tareas de aprendizaje relacionadas con un objetivo, así como el planeamiento de la mejor vía para alcanzarlo. 4) Memoria de trabajo: permite mantener y retener información relevante en la mente, con el propósito de realizar una tarea o almacenar información para el futuro. 5) Iniciativa: Es la capacidad para iniciar una tarea o actividad sin ser requerido, generar ideas, o dar soluciones de modo independiente.
Las relacionadas con la segunda, (la regulación del comportamiento) son: 6) Control emocional, contempla  la expresión, la modulación y la gestión de la respuesta emocional. 7) Cambio, referida a la capacidad para moverse y actuar con total libertad en una situación, realizar transiciones, resolver problemas de forma flexible y pasar el foco atencional cuando sea necesario.  8) Inhibición: entendida como la capacidad para resistir a los impulsos y detener una acción inapropiada en el momento oportuno. 
Todos estos aspectos señalados se encuentran claramente relacionados con la inteligencia táctica y,  aunque en la literatura científica no existan estudios que se centren en el análisis de los componentes estructurales de las funciones ejecutivas en el ámbito del alto rendimiento, si nos ha parecido  importante hablar sobre ellas modestamente, sobre todo, dadas  sus vinculaciones con la eficiencia en la toma de decisiones rápida y su presencia en los espacio de juego relacionados con el alto rendimiento deportivo.

la alta competición: el dominio de las funciones ejecutivas. (III)

Sabemos que las principales funciones cognitivas implicadas en la toma de decisiones durante el juego son la atención perceptiva y la anticipación, la memoria de trabajo, la planificación de las acciones, la regulación emocional y la iniciativa decisional, todos ellos presentes en las situaciones de máxima exigencia personal.  Y también conocemos que los mecanismos cerebrales subyacentes al proceso de visualización indican una mayor activación de las áreas prefrontales y motoras, concretamente el circuito dorso-lateral que como se sabe, están relacionadas con las funciónes ejecutivas.
El principal problema en la búsqueda de los componentes conductuales de la función ejecutiva es, precisamente, la pobre exploración sobre este tema, ya que durante los últimos diez años  el énfasis se ha centrado  en la esfera cognitiva de las regiones dorso-laterales de los lóbulos frontales. 
A pesar de ello, la investigación  actual ha permitido agrupar los mencionados procesos ejecutivos en dos categorías básicas, metaconocimiento y regulación que se miden  a través del  BRIEF, (Behavior Rating Inventory Executive Function, de G. A. Gioia, P. K. Isquith, S. C. Guy, and L. Kenworthy, 2002), que es una escala que permite evaluar el funcionamiento ejecutivo en diferentes ámbitos como la escuela o la familia.

la alta competición: el dominio de las funciones ejecutivas. (II)

Las funciones ejecutivas son un sistema multidimensional del comportamiento, del funcionamiento emocional y de la cognición humana, que cubre un rango amplio de funciones corticales, como la conducta dirigida a metas, la flexibilidad conductual y cognitiva, la organización del comportamiento, la memoria operativa, el control inhibitorio y la autosupervisión. 
Se cree que son responsables del control cognitivo y de la regulación conductual y de pensamiento, involucrados a su vez, en la planificación, en el mantenimiento de una meta establecida, en el control de los impulsos, en la memoria de trabajo y en el control de la atención, citados por García-Villamisar y Muñoz, en su estudio acerca de las mismas. Asimismo, existen otros espacios en los que las funciones ejecutivas también tienen influencia como son la volición, la acción deliberada y la ejecución efectiva.

la alta competición: el dominio de las funciones ejecutivas. (I)

Habitualmente se dedica gran esfuerzo y tiempo al desarrollo de las capacidades condicionales,  de las tecnico-tácticas y  de las psicológicas,  en el mejor de los casos de forma integrada,  pero en la alta competición aparecen otras necesidades que hasta hace poco se desconocía su influencia y no eran tenidas en cuenta  por la mayoría de técnicos y entrenadores y, por lo tanto, inexistentes para los deportistas.

En los últimos JJOO de Invierno, Sochi-14, se pudieron observar varios casos de deportistas que, a priori, tenían altas probabilidades de alcanzar un resultado exitoso, pero que finalmente cometieron algún error que les impidió alcanzarlo. Se encontraban muy motivados, con alta confianza en sus posibilidades, muy bien preparados técnicamente, tácticamente y condicionalmente pero no fue suficiente. 
Un patinador que cambia un elemento de su programa durante la propia ejecución y repite ejercicio, una corredora de snowboarder que modifica, mientras está ejecutando su ronda, el ángulo de entrada para garantizar una recepción más segura y  se cae, o  un corredor con excesivo ímpetu en tramos complicados y se choca con otro corredor, por un error de control inhibitorio, son ejemplos aparecidos en prensa en los que la utilización inadecuada  de las funciones ejecutivas  han impedido alcanzar el nivel de rendimiento deseado.

miércoles, 2 de abril de 2014

tener el partido en la cabeza

Iniesta y Turán, creadores en sus equipos, tienen el partido en la cabeza.  Es el comentario realizado por el entrenador del C.F. Barcelona, publicado en el diario El Mundo (1/04/14) horas antes de disputar el primer partido de la semifinal de la Champions League-14 contra el Atlético de Madrid.
A. Iniesta (Fuentealbilla 1984) y A. Turan, son los creadores del juego azulgrana y rojiblanco, respectivamente; son la fiel imagen de la imaginación y los programadores del juego de sus equipos, ya que poseen el conocimiento de lo que necesita cada momento del partido.
Saben elegir la jugada que pide ese instante, tienen el partido en la cabeza, todo lo que deciden normalmente lo hacen bien y aciertan en la ejecución, son únicos. Iniesta, según su entrenador, es extraordinario, tiene talento mental, visión de juego y puede estar en distintos lados del campo. Es un claro ejemplo de la importancia de las funciones ejecutivas en el alto rendimiento deportivo.
        Es decir, para manejar el conocimiento necesita apoyarse en: a) “la memoria de trabajo” (retener y utilizar información relevante); para elaborar alternativas necesita b) “planificar” las acciones en base a esa información; para decidir adecuadamente entre ellas, hay que tener d) “iniciativa” y para estar en diferentes partes del campo siendo eficiente en todo momento, hay que disponer de e) “flexibilidad para el cambio”. Estas capacidades mentales   pertenecen al ámbito  de las funciones ejecutivas y son entrenables como las demás. Sólo se necesita conocimiento y dedicación para practicarlas adecuadamente.