lunes, 14 de abril de 2014

la alta competición: el dominio de las funciones ejecutivas. (I)

Habitualmente se dedica gran esfuerzo y tiempo al desarrollo de las capacidades condicionales,  de las tecnico-tácticas y  de las psicológicas,  en el mejor de los casos de forma integrada,  pero en la alta competición aparecen otras necesidades que hasta hace poco se desconocía su influencia y no eran tenidas en cuenta  por la mayoría de técnicos y entrenadores y, por lo tanto, inexistentes para los deportistas.

En los últimos JJOO de Invierno, Sochi-14, se pudieron observar varios casos de deportistas que, a priori, tenían altas probabilidades de alcanzar un resultado exitoso, pero que finalmente cometieron algún error que les impidió alcanzarlo. Se encontraban muy motivados, con alta confianza en sus posibilidades, muy bien preparados técnicamente, tácticamente y condicionalmente pero no fue suficiente. 
Un patinador que cambia un elemento de su programa durante la propia ejecución y repite ejercicio, una corredora de snowboarder que modifica, mientras está ejecutando su ronda, el ángulo de entrada para garantizar una recepción más segura y  se cae, o  un corredor con excesivo ímpetu en tramos complicados y se choca con otro corredor, por un error de control inhibitorio, son ejemplos aparecidos en prensa en los que la utilización inadecuada  de las funciones ejecutivas  han impedido alcanzar el nivel de rendimiento deseado.