domingo, 22 de febrero de 2015

minimizar el valor del objetivo más importante de la temporada hace peligrar su consecución

          En una entrevista realizada al entrenador de la Real Sociedad de Futbol SAD, el escocés D. Moyes (El Diario Vasco, 15/0215),  se planteaba un dilema en principio de forma superficial, pero con graves consecuencias para la supervivencia del club, como ya han demostrado experiencias pasadas no muy lejanas: ¿Es mejor ir a la Champions con pocos canteranos o terminar el 14 con muchos?.
          Si los resultados funcionaran como modelos garantistas, evidentemente lo acertado sería elegir la primera opción; pero como estamos en un modelo probabilístico, ningún fichaje garantiza que se vaya a conseguir la clasificación. Pero lo que si garantiza es que el presupuesto que se necesita para traer jugadores con mayor nivel que los canteranos puede generar una carga económica que peligre la supervivencia del club.
          La experiencia, por cierto muy reciente, nos ha demostrado que sí es posible clasificarse para la Champions con un equipo formado por canteranos, con 2-3 incorporaciones de jugadores relevantes y con un presupuesto equilibrado, acorde a los ingresos del club. Pero, en cualquier caso, clasificarse todos los años entre los catorce primeros de la Liga supone garantizar la categoría y la sostenibilidad del club, algo que la mayoría de los equipos de la primera división persiguen al inicio de la temporada. Restarle valor a la consecución de este objetivo o minusvalorarlo, supone una ligereza mental que pone en peligro su consecución, con  consecuencia  desastrosas  ya experimentadas  en anteriores ocasiones. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

el chocolate del loro

          Varios colegas me han llamado, alarmados, para comentarme la noticia aparecida en el Diario Vasco (11/02/15), relacionada con el refuerzo que ha utilizado el entrenador de la Real Sociedad  de Fútbol SAD, el escocés D. Moyes,  ya que al finalizar el mismo le ha entregado al equipo ganador  de los “partidillos” una caja de bombones.
          Entiendo que no deja de ser una cosa anecdótica, sin relación con la falta de activación e intensidad continuada que se ha detectado a lo largo de los partidos, lo que les genera irregularidad en el juego. Este deficit  competitivo recurrente, se encuentra relacionado con aspectos endógenos y específicos pertenecientes a la motivación autodeterminada y a la fuerza mental lo que, evidentemente,  se orienta en la dirección contraria al refuerzo externo utilizado.
          Sin embargo, según el artículo, lo que se buscaba eran “los goles perdidos” reforzando extrínsecamente a los jugadores más certeros. Pero, para concretar en goles las ocasiones generadas, se hace necesario entrenar sobre todo la anticipación y la toma de decisiones rápidas, aspectos relacionados con las funciones ejecutivas y de gran relevancia para la optimización del potencial competitivo del equipo.