martes, 31 de julio de 2007

conocimiento científico/desarrollo tecnológico

Estaba leyendo una noticia acerca del nuevo preparador físico del Madrid (el País, 29-07-07), en la que también se hablaba de novedosas técnicas de entrenamiento, individuales y específicas y, de repente, aparece una afirmación categórica: “Hace 20 años cuando no había conocimientos científicos, se hacían entrenamientos más generales, pero ahora hay que aprovecharse de la tecnología y concentrarse en lo específico”.



Confundir conocimiento científico con desarrollo tecnológico es algo que no queda bien, sobre todo en los que se consideran expertos en la materia de la que hablan. No me atrevería a señalar una época en la que la preparación de deportistas está basada en el conocimiento científico, pero si puedo indicar que a mediados del siglo pasado ya se producía este hecho.



En los años 70, el profesor del INEF de Madrid, Carlos Álvarez del Villar ya lo fundamentaba en su asignatura sobre preparación física. También compartí con mi amigo Ramón Cid, excelente triplista y responsable de la sección de saltos de la Federación Española de Atletismo, formas de entrenamiento basadas en el conocimiento científico para la Olimpiada de Moscú-80: él para su propia preparación y yo para la de los judokas J. A. Cecchini y I. Sanz Paz.



Desde entonces, numeros@s deportistas y entrenador@s han utilizado dicho conocimiento para su preparación orientada a Campeonatos del Mundo y Juegos Olímpicos. Por lo tanto, hacer referencia al desarrollo tecnológico como si fuera el conocimiento científico es algo que, o es un error, o pertenece al mundo de las opiniones generadas por el desconocimiento.



lunes, 30 de julio de 2007

el Tour se gana en la cama

Al hilo de la entrada de ayer he visto esta noticia (el País 29-09-07) que me ha animado a continuar con el tema. Se refiere a la importancia que tiene el sueño como elemento recuperador fisiológico y, añadiría, psicológico. Por eso, se deberían desarrollar habilidades para poder dormir tranquilamente y entrar en la fase recuperadora del sueño. Si, además de esto, lo enriquecemos con la posibilidad de elegir el tema para ello y después recordarlo, estaremos optimizando y rentabilizando el potencial de los ciclistas.



 



 Dicen del ciclista Contador, ganador del Tour-07, que tiene pocos pájaros en la cabeza y que la tiene bien amueblada. Seguramente es un caso de esos, de los que tienen la rara habilidad de soñar con lo que quieren y después recordarlo. Si es consciente de la importancia que tiene poseer esta habilidad para el alto rendimiento y desarrollarla en su máxima expresión, estará más cerca de que se cumplan sus propios sueños.



domingo, 29 de julio de 2007

entrenar para recordar los sueños

La ventaja que tienen l@s deportistas que son capaces de recordar lo que sueñan les aumenta las probabilidades de poder anticiparse a las acciones de la competición ya que, para ell@s, siempre que coincidan las situaciones reales con lo que previamente habían soñado, será algo que de forma imaginara ya lo han vivido, lo que entre otras cosas les permitirá tomar decisiones de forma rápida.



Por eso, procuro que l@s deportistas con los que trabajo intenten soñar con sus comportamientos competitivos, generando y solucionando las posibles alternativas situacionales que puedan imaginar. La primera vez que introduje esta técnica psicológica fue en el año 1990, en los planes de entrenamiento de la judoka Miriam Blasco para la olimpiada de Barcelona-92, en la que consiguió la medalla de oro.



Es una habilidad que poseen much@s deportistas lo que facilita su utilización pero, en aquell@s otr@s en los que no sucede esto, se necesita realizar un trabajo específico para que sean capaces de soñar con lo que quieran y después recordarlo.



Cuando he propuesto a otr@s deportistas este trabajo, la primera reacción es de sorpresa, como si les estuviera gastando una broma, pero rápidamente se dan cuenta de que va en serio y, entonces, se ponen  a practicar de acuerdo a las consignas que les propongo. Al cabo de dos o tres meses la sorpresa es que son capaces de recordar cosas de sus sueños que previamente, antes de acostarse, habían decidido soñar y que luego sucede en la competición. Parece una broma pero es así: entrenar mientras duermes.



viernes, 27 de julio de 2007

hay que salir a ganar

Esta expresión es usada habitualmente por numerosas personas del entorno de la competición, y es fácil decirla pero difícil entenderla, porque en realidad siempre que se participa en una competición se sale a ganar. He  participado en  competiciones durante más de 40 años, desde mi adolescencia hasta hoy, sean deportivas, a cartas, al parchís, al burro o a cualquier otro juego, en las que sólo he conocido participantes que siempre salían a ganar. Otra cosa es, el esfuerzo o las ganas que estaban dispuestos a invertir para conseguirlo.



Al preguntar a entrenador@s cercan@s lo que quieren decir con esto, aparecen diversas y variadas  interpretaciones que en muchos casos no reflejan lo que pretenden transmitir. De todas formas, reconocen que no han conocido a nadie que haya salido a perder, aunque eso no les preocupe excesivamente.



Lo que es importante cada vez que se sale a competir es el estilo de afrontamiento que se utilice, la cantidad de esfuerzo que se está dispuesto a invertir, las ganas que se tenga de participar, el ímpetu con el  que se disputa  cada acción o la persistencia en mantener la combatividad durante el tiempo de juego. Estos, entre otros,  son los aspectos que fluctúan de una competición a otra, los que pueden ser diferentes en cada  participante porque están bajo su control, pero, independientemente de ellos, en todos los casos salen a ganar.



Cuando se  recalca esta evidencia, a menudo  produce el efecto contrario del que se pretende conseguir, porque según la opinión  de l@s técnicos consultad@s, lo que se quiere decir es que hay obligación de ganar, que sólo vale ganar, que lo único que importa es ganar y esto, en mi opinión, al no estar bajo el control de l@s deportistas, puede generar un aumento de la ansiedad y una desconfianza en la percepción del nivel de compromiso, dado que implícitamente se transmite la posibilidad de que, a veces, no se sale a ganar, lo que resulta perjudicial para el rendimiento de l@s participantes.



hablemos de la presión

Ayer, mientras tomaba un café con mi amigo Ramón, le comentaba que había inaugurado un blog con el lema: disfruta la presión. El me señalaba lo difícil que es, a veces, explicar a la gente las razones por las que la presión puede verse como algo positivo.



Desde mi punto de vista existen dos ámbitos generadores de presión: el endógeno y el exógeno. En el primer caso, los elementos generadores del aumento de la misma son: La significación personal de la competicion, es decir, en qué medida es importante para la persona ese acontecimiento; las probabilidades de conseguirlo, a mayores posibilidades mayor presión; y la distancia temporal respecto a la competición señalada, cuanto más cerca mayor presión.



Las personas respondemos en función del valor y de la importancia que tienen las cosas, de tal manera que sólo mostramos interés por aquello que  es medianamente significativo y, cuanto mayor sea más interés mostraremos, más nos sentiremos atraidos y mayor activación emocional sentiremos.



En cuanto a las probabilidades, un claro ejemplos de ello es la presión de ser el favorito en una final de la champions, que por cierto bienvenida sea, y el que sabe manejar sus habilidades mentales se sentirá muy contento y motivado con disputar esta situación de favorito.



Cuando nos planteamos un objetivo respecto a un campeonato al principio de la temporada, sentimos poca presión; cuando faltan tres meses ya la notamos algo más; una semana antes  mucho más;  cuando comienzan la eliminatorias o calificaciones ya la tenemos encima y cuando vamos a disputar la final alcanzar su máximo nivel. Por lo tanto, cuanto más cerca estoy de conseguir el objetivo mayor presión voy a tener, pero mayor satisfacción personal debo de sentir porque sigo en la disputa.



Hasta aquí lo que me interesa de la presión ¿los generadores exógenos? no lo sé, son tantos y tan variados que no me interesan y no merece la pena ni señalarlos. 



jueves, 26 de julio de 2007

la motivación para engañar

Esta mañana, mientras me daba un baño e intentaba coger alguna ola en la playa de la Zurriola, se me acerca un amigo y me comenta: ¿ sabes lo que ha pasado en el Tour? Al lider de la carrera lo ha retirado su propio equipo. Se conoce que les había engañado en cuanto a su preparación para evitar controles internos de doping. Y continua, entre molesto y perplejo, ¿que te parece? Así van a acabar con el ciclismo profesional, es un escándalo, no hay manera de evitar a los tramposos.



En mi opinión, le contesto, este no es un caso aislado ni será el último, a pesar del deseo de muchísimas personas, deportistas, entrenadores y entrenadoras que así lo quisieran. Es una buena oportunidad para reflexionar y buscar fórmulas de acción preventiva frente a esta lacra que puede acabar con los valores y la imagen de reto y desafío personal que el deporte de alto rendimiento tienen para el ser humano.



No cabe duda de que es necesario abordar esta temática de forma global, no solamente desde la perspectiva del deportista sino también considerando el conjunto de agentes sociales que giran en torno al mismo, como son:



  • Soporte tecnológico: entrenador@s y diferentes especialistas de apoyo biológico y psicológico.


  • Soporte social: padres y madres, familia y amigos en general.


  • Soporte institucional: dirigentes y políticos pertenecientes a entidades y asociaciones públicas y privadas que rigen o apoyan la actividad deportiva y, finalmente


  • Soporte mediático. Periodistas y público en general, profesionales y amantes del espectáculo deportivo, que encumbran o destruyen con demasiada facilidad la figura del deportista exitoso o fracasado.


El profesor Glyn Roberts, en una conferencia que impartió en el año 2002 en los Cursos de Verano en Donostia ya hablaba de la motivación hacia las trampas. En ella mencionaba una frase de Nicholls muy clarificadora: Si lo más importante es ganar, haz todo lo que sea para ganar. ¿Qué ocurre? Que en numerosas ocasiones, después de participar en una competición, sólo se le pregunta a l@s jóvenes deportistas ¿qué habéis hecho?....y cuando el resultado es adverso se les comenta ¡qué malos sois!. A ver cuando ganáis. Que los programas de los centros de alto rendimiento y de las propias federaciones se fundamentan exclusivamente en los resultados: para las becas y los contratos programa sólo valen las medallas. Que en muchos programas de radio y televisión se transmite una visión permisiva y aprobatoria del engaño que se produce en el deporte de alto rendimiento en general, siempre que sea favorable al equipo de casa.



Ejemplos de esto, cuando un futbolista simula una falta dentro del área, tirarse a la piscina, o un jugador de balonmano simula una agresión del contrario, o afirmaciones como ”oye, que gane el domingo la Real aunque metan el gol con la mano”. Es decir, en todas estas ocasiones estamos allanando el camino hacia el engaño, hacia las trampas. Por lo tanto, cuando un ciclista toma sustancias, que figuran en la lista como prohibidas, para recuperarse cuanto antes y rendir al límite, se comporta de la misma manera que los casos señalados. Y, aunque se mida con distinto rasero en unos casos que en otros, en realidad nos encontramos en la misma situación: Intentar engañar para ganar.



Es en este momento es cuando entramos en el espacio de la responsabilidad personal y del funcionamiento ético de cada deportista.



el doping y la motivación intrínseca

Los últimos acontecimientos ocurridos en el Tour de Francia 2007, relacionados con la etapa contrarreloj disputada el 21 de Julio, han generado una conmoción más en el tema del dopaje en el alto rendimiento deportivo. Del corredor infractor me quedo con la capacidad de lucha, de sacrificio y de perseverancia, con la que ha respondido en un estado de forma y de salud muy deteriorada, fruto de una caida sufrida dias atrás, por la que le tuvieron que dar veinte puntos de sutura en una rodilla.



Aprovecharé este suceso para destacar los aspectos positivos que pueda tener el hecho de desarrollar la motivación intrínseca en los corredores, frente a situaciones semejantes. En este tipo de etapas, los corredores están habituados a tomar decisiones en función de referentes externos, como son los tiempos parciales de otros corredores.



Es evidente que si funcionamos de esta manera estaremos a merced de los referentes externos y, en el caso de que los tiempos sean peores que los de ellos, se producirá un descenso de la motivación, que se traducirá en un bajo rendimiento. Esta situación señalada, el hecho de ir haciendo peores tiempos que los adversarios, repercutirá negativamente en la competencia percibida y en el compromiso con el esfuerzo, es decir, se sentirán menos competentes y se reducirá su implicación en el esfuerzo, con lo que su rendimiento será bajo.



Ahora bien, cuando un corredor presenta un alto nivel de compromiso con el esfuerzo, basado en la responsabilidad personal y posee una alta competencia percibida autorreferente, podemos decir que posee una alta motivación intrínseca. En este caso, los tiempos parciales que hagan sus adversarios podrán tenerse en cuenta, pero nunca poseerán más valor decisional que los dos aspectos señalados anteriormente y, por lo tanto, su rendimiento dependerá de factores internos y autorregulados.



En el caso que nos ocupa, aquellos corredores que tenían como referencia los tiempos parciales del ganador y su disposición personal se basaba en la motivación extrínseca, seguramente no habrán rendido a su nivel. Por el contrario, en los que poseían una disposición motivacional personal intrínseca, su rendimiento se aproximará al máximo. Y ¿qué quiero decir con todo esto?



Pues que los corredores que se han dejado influenciar por el ganador, han tomado la decisión de no darlo todo durante la disputa de la etapa, con el consiguiente perjuicio personal, cuando la situación real es que dicho corredor ha sido descalificado por haber infringido las normas que regulan los procesos de recuperación.



Por eso es muy importante que los corredores conozcan el impacto que genera cada una de las dos formas motivacionales.



Una disposición motivacional intríseca centrada en la tarea influye en las autopercepciones de competencia y autonomía y, posiblemente, los deportistas tomarán referentes internos para evaluar su competencia, y se sentirán más autónomos dado que su actividad no depende de refuerzos extrínsecos.   Por el contrario, los deportistas con una disposición motivacional extrínseca y orientada al ego, evaluarán su propia competencia en comparación con los demás, y posiblemente se sentirán menos autónomos, dado que su actividad dependerá del éxito relativo de los demás.



martes, 24 de julio de 2007

estreno blog

En este blog quiero hablar sobre rendimiento deportivo y la importancia de las habilidades psicológicas en el camino hacia la excelencia. Os lo presento como una buena oportunidad para comentar y aclarar muchas de las interpretaciones que surgen en este ámbito.



Aprovechando la multitud de ocasiones y noticias en las que aparecen dichas habilidades basadas en opiniones de cuadrilla o en el conocimiento tácito, espero que este espacio interactivo tenga una vida intensa.