La ventaja que tienen l@s deportistas que son capaces de recordar lo que sueñan les aumenta las probabilidades de poder anticiparse a las acciones de la competición ya que, para ell@s, siempre que coincidan las situaciones reales con lo que previamente habían soñado, será algo que de forma imaginara ya lo han vivido, lo que entre otras cosas les permitirá tomar decisiones de forma rápida.
Por eso, procuro que l@s deportistas con los que trabajo intenten soñar con sus comportamientos competitivos, generando y solucionando las posibles alternativas situacionales que puedan imaginar. La primera vez que introduje esta técnica psicológica fue en el año 1990, en los planes de entrenamiento de la judoka Miriam Blasco para la olimpiada de Barcelona-92, en la que consiguió la medalla de oro.
Es una habilidad que poseen much@s deportistas lo que facilita su utilización pero, en aquell@s otr@s en los que no sucede esto, se necesita realizar un trabajo específico para que sean capaces de soñar con lo que quieran y después recordarlo.
Cuando he propuesto a otr@s deportistas este trabajo, la primera reacción es de sorpresa, como si les estuviera gastando una broma, pero rápidamente se dan cuenta de que va en serio y, entonces, se ponen a practicar de acuerdo a las consignas que les propongo. Al cabo de dos o tres meses la sorpresa es que son capaces de recordar cosas de sus sueños que previamente, antes de acostarse, habían decidido soñar y que luego sucede en la competición. Parece una broma pero es así: entrenar mientras duermes.