miércoles, 17 de julio de 2019

ni ganar es tan fantástico ni perder tan traumático


      Son declaraciones realizadas por el tenista mallorquín, R. Nadal, después de perder las semifinales en Wimbledon-19 contra R. Federer, y publicadas en el Diario Vasco (13/09/19). Reconoce que cometió errores importantes y concedió demasiados puntos gratis, lo que le impidió  llevar el partido por donde le convenía.
       No me sentía tan seguro con el revés como en partidos anteriores y, quizás, me preocupé demasiado con él y no me pude mover libremente con el drive. Al final del partido no pudo evitar un gesto de tristeza, pero piensa que el hecho de haber llegado a la semifinal supone haber realizado un buen torneo: “Ni ganar es tan fantástico ni perder tan traumático, hay que ver las cosas de una manera global.
        Finalmente comenta que se recuperará más pronto que tarde, descansará unos días y después volverá a los entrenamientos. Interesantes comentarios en el que se distinguen claramente varios aspectos relevantes relacionados con la excelencia.  Entre ellos, el hecho de perder  no evita la tristeza, pero no impide hacer una valoración global positiva. También la presencia de preocupación durante la competición, lastra el propio potencial. La intención de recuperarse pronto de la derrota, sin lamentaciones, analizándola racionalmente  y pensando en retomar los entrenamientos para seguir mejorando.  Constituye un buen ejemplo para transmitir a los jóvenes deportistas que se encuentran inmersos en el alto rendimiento deportivo.

martes, 16 de julio de 2019

a los 14 años comencé a anotar en un cuaderno lo que sucedia en cada combate, así sabia lo que tenia que hacer cuando me volvía a enfrentar a la misma adversaria.


          La semana pasada conversaba con una amiga, la  judoka N. Faibrothers,  medalla de plata en los JJOO de Barcelona 92, Campeona de Europa y Campeona del Mundo en el 93, acerca de la importancia del entrenamiento de las funciones ejecutivas para rendir a alto nivel, aspecto que también le parecía muy relevante. En un momento de la conversación comenta que ella ya lo hacia cuando comenzó a hacer judo: “a los 14 años comencé a anotar en un cuaderno lo que había pasado en el combate, describía lo que había pasado, lo que tendría que cambiar para la próxima vez y cómo tenía que entrenarlo; así sabia lo que tenia que hacer cuando me volvía a enfrentar a la misma adversaria. 
         A los 21 años, el entrenador me dijo que se lo tenía que contar a todos los competidores del club, para que hicieran lo mismo”. Desde su etapa de juvenil, tenía registradas a todas sus rivales y cada vez añadía alguna cosa que le había funcionado después de competir con ellas. Cuando conocía el sorteo leía las cosas que tenia anotadas de las adversarias que iban por su lado y preparaba la estrategia del combate  a partir de sus anotaciones.
       Evidentemente este tipo de funcionamiento se encuentra relacionado con las funciones ejecutivas, porque después de cada combate anotaba lo relevante, lo que se encuentra relacionado con la autosupervisión y la memoria de tareas. Cuando recuperaba la información, era para planificar las acciones y tomar decisiones adecuadas. Los primeros estudios sobre funciones ejecutivas en el ámbito del deporte se iniciaron en 2005, es decir, 20 años después de lo que esta  precoz judoka incorporaba a sus entrenamientos de una manera intuitiva y acertada. Hoy todavía numerosos deportistas  no lo consideran importante para su evolución, lo que impide  que mejoren  en un tiempo adecuado.