Puede ser un buen ejemplo de los típicos comentarios que aparecen cuando l@s deportistas responden de forma reactiva durante la competición a los acontecimientos que no son de su agrado. Su baja tolerancia a la incomodidad, a la proximidad o contacto del adversartio, a los acontecimientos adversos o a cualquier cosa que suponga una ligera contrariedad, hace que se encienda la chispa del comportamiento reactivo y, como consecuencia de ello, sea expulsado del terreno de juego. Resultado: inferioridad numérica.
Lo curiosos es que conociendo y existiendo diferentes formas de desarrollar la tolerancia psicológica para mejorarla, todavía se deje al azar o a cualquier tipo de providencia la posibilidad de que no vuelva a suceder: “ha caído en la provocación del contrario, es una respuesta infantil y tenía que haber contado hasta cien antes de responder de esa manera”.
A veces, conociendo la personalidad de l@s deportistas, se puede utilizar como recurso táctico y buscar estas debilidades psicológicas en el/la adversari@ que, normalmente, no se mejoran. Por supuesto, siempre dentro del respeto al reglamento y del juego limpio. Es una parte del plan integral de competición.