Curiosa valoración de Xavi, jugador de C.F. Barcelona,
acerca de las virtudes de sí mismo y de la estrategia que utiliza para poder mantener el nivel de juego
que desarrolla en cada partido (El País 18/12/2011).
No soy rápido ni habilidoso, pero sin espacios no sirvo para mucho; por
eso necesito ganar dos metros al rival para pensar y ejecutar. Y continua, no
tengo nada más, soy un jugador muy
de la calle, hacía la pared con un árbol, con una fuente, con un quiosco, que
por cierto la devolvía bastante bien.
Sin embargo, es un importante ejemplo de
autoexigencia, de inversión personal, de trabajo deliberado y de búsqueda de
estrategias personales para responder a uno de sus puntos débiles. "No tengo que
estar esperando a que me digan algo, me gusta autoexigirme y, además, me lo
paso bien". Señalar que estos son algunos de los aspectos que definen y diferencian a aquellos deportistas
que se encuentran en el camino de la excelencia.