En este sentido,
continuamente se oyen frases a
expertos entrenadores del tipo ” todo está inventado, ya se sabe todo sobre esto”, para justificar la negativa a
poner en marcha nuevas acciones de
mejora relacionadas con la
preparación psicológica, o nuevas formas de abordar una misma problemática con
el objetivo de encontrar soluciones más eficientes.
Una que me llamó
poderosamente la atención atribuida a R. Nadal (13/12/11), dado su nivel de
excelencia, “un psicólogo no me va a ayudar” porque, evidentemente, la ayuda vendrá del
conocimiento que maneje el profesional al que recurra y las herramientas que
ponga a su disposición para construir, o en su caso reconstruir, las
estructuras mentales afectadas y no tanto de la propia figura del psicólogo.
También las opiniones que
surgen en el entorno de los deportes de equipo, “no necesitamos trabajar el
aspecto psicológico, necesitamos ganar partidos para coger confianza”, o
también, “el futbol es diferente y
es el equipo el que debe arreglar
la situación sumando de tres en tres”, denotan una falta de conocimiento
relacionado con los procesos mentales que se deben elaborar y reforzar para
afrontar situaciones de máxima exigencia personal.
Con este tipo de pensamientos el primer albañil (parte I) seguramente seguirá
utilizando sus manos para desescombrar aunque pongamos a su disposición la
herramienta más sofisticada, pero
frente a la primera frase será consecuencia del desconocimiento y falta
de preparación, frente a la segunda se producirá por resistencias al cambio y
frente a la tercera por una autotrampa (error no consciente) colectiva.