A
veces llama la atención, sobre todo en deportes colectivos, los altibajos que
se producen en el juego de los equipos que afecta a su rendimiento. Un fin de
semana desarrollan un juego vistoso, eficiente, intenso y brillante y en el
siguiente partido desaparecen
todas las virtudes que habían mostrado anteriormente, mostrando un juego
deslabazado, poco vistoso y errático.
A
mi modo de ver esta inconsistencia en el juego es de carácter multifactorial,
en el que la activación emocional y el estilo motivacional actuan de vertebradores y facilitan en ensamblaje del potencial
de los jugadores.
El
estilo motivacional configurado por la motivación intrínseca y la orientación
motivacional hacia la tarea
permiten mantener la atención, la persistencia y la intensidad
del esfuerzo en el comportamiento táctico y en las necesidades del juego.
La
activación emocional generada por contingencias internas permiten gestionar y
optimizar la respuesta emocional, lo que refuerza el efecto positivo sobre la toma de decisiones, la visión de juego, la asertividad, el coraje y la presión
sobre los adversarios.
Pero
cuando estos activadores internos son sustituidos por otros de carácter exógeno,
como el nivel del equipo contrario, el resultado parcial del marcador, el público
u otros semejantes, no es posible mantener la consistencia en el juego que se busca.
Cuando el estilo motivacional y la respuesta emocional depende de factores externos,
no es posible ser consistente en el juego porque los activadores están fuera
del control del deportista. Por ejemplo, en un partido contra el C.F.
Barcelona la activación de los
jugadores será optima, pero cuando el adversario no es tan significativo desaparece
esa activación que permite optimizar el potencial de los jugadores y para rendir por
lo que valen, deben de utilizar los activadores internos. Por lo tanto, es muy importante entrenar y desarrollar el uso de dichos activadores emocionales y
motivacionales internos, para identificarlos y tenerlos a disposición cada vez
que se afronte una competición.