jueves, 10 de diciembre de 2015

me ha entrado el miedo y me quitaba de encima la pelota.

        Interesante opinión del pelotari profesional, Martinez de Irujo, después de disputar la final y perderla frente a Mikel Urrutikoetxea, que le remontó un marcador adverso de 10 a 20, es decir, le metión 12 tantos seguidos. “El partido estaba resuelto pero hay que matarlo, me ha entrado el miedo y he metido la pata hasta el fondo. También suele pasar en el fútbol, cuando no hay compañero al que pasar y nadie quiere el balón.
       Además este pelotari suele utilizar la hostilidad en niveles exagerados, lo que también provoca ofuscación mental. Incluso no aprovechaba los tiempos de descanso, solicitados por su “botillero” (preparador o asesor personal que está en la cancha), como se pudo apreciar en la retransmisión televisiva. También se aprecia una falta de claridad en Plan de Partido “Pensé que tenía ventaja suficiente y he hecho cosas que no debía, como adelantarme al saque del rival”.

Quizás tenia que haber parado el partido un poco, aprovehar los descansos para reestructurarse cognitivamente, tanto tácticamente como emocionalmente, y alejarse de las prisas por ganar o de la precipitación. Cuando no se dispone de un plan de competición integral (saber lo que debes hacer, sentir y pensar) y las cosas se tuercen por cualquier motivo, es fácil que aparezca la ofuscación, la falta de claridad, el exceso de hostilidad y la precipitación, que son los acompañantes habituales en el camino hacia el fracaso, como en este caso. Sólo que da hacer lo adecuado en la preparación  para que no se repita.

jueves, 26 de noviembre de 2015

El viaje mental en el tiempo: del presente al futuro.

          En la última publicación realizada por el neuro-científico catalán J. Fuster, Cerebro y Libertad (Ariel, 2015),  se mencionaba las posibilidades que actualmente tenemos para entender las relaciones entre el pasado y el futuro, a través de las últimas investigaciones realizadas sobre la memoria de trabajo.
          En este sentido, la memoria nos permite retener el significado especial de lo vivido, la esencia de lo ocurrido pero, al mismo tiempo, es vulnerable a las circunstancias y al detalle de lo ocurrido. Por eso, entre otras cosas, es importante realizar una autovaloración POST competición, en la que reflejemos los detalles y las circunstancias más importantes, con el fin de  recuperarlas para el siguiente partido.
          También se señala que “no somos libres para cambiar el pasado pero sí lo somos para escoger partes del mismo que nos permitan tomar decisiones en el futuro”. Una acción escogida no sólo se basa en experiencias anteriores, si no que también engendra experiencias nuevas para optimizar las decisiones futuras, es decir, construir el futuro imaginario dando soluciones a cada nueva situación planteada.  Y lo más importante, que las evidencias  sobre  el desarrollo de las funciones ejecutivas nos permiten afirmar que esto es entrenable.

martes, 27 de octubre de 2015

de mítico campeón a tramposo y faltón.

En un artículo del diario Marca publicado el 26/10/15, se comentaba el desagradable incidente ocurrido  durante la penúltima prueba del Cto. del Mundo de Motociclismo, celebrada en Sepang, entre el piloto italiano V. Rossi,  9 veces campeón del mundo, y el piloto español M. Márquez,  vigente campeón de la categoría de 500cc. En él, el piloto italiano   derribaba de la moto al español con una patada, que fue registrada por las cámaras del circuito.
Además, reaccionó de muy malos modos nada más encontrarse con Márquez en la sala para ofrecer sus puntos de vista. "Buena carrera ¿eh?, preciosa", dijo el italiano. "Y buena patada", fue la contestación del español, manteniendo la calma y sentado en el sofá de la caseta de los jueces, a lo que contestó el italiano: eres un bastardo.
           Las trampas y las acciones  sucias e ilegales aparecen cuando lo más importante es ganar cuando, para  ser campeón, vale todo. Esto se corresponde con  disposición motivacional personal  orientada hacia el “Ego” y, cuando este valor supera a la disposición motivacional personal “Tarea”, aparecen las trampas y el juego sucio. El eminente psicólogo del deporte G. Roberts lo identificó hace algunos años como  “la motivación hacia las trampas”, es decir, todo vale para ganar.

lunes, 26 de octubre de 2015

el valor de un acto se juzga por su oportunidad (Lao-tsé)

          Antigua e interesante reflexión que  cobra sentido especial en el fútbol actual, sobre todo en el aspecto ofensivo, dado que las oportunidades que se generan durante el juego son enormemente efímeras, y el valor de la oportunidad para aprovecharlas es imprescindible para alcanzar el éxito.
          Los desmarques de ruptura, los pases al espacio, el juego al primer toque, los remates a portería según llega el balón y otras muchas situaciones existentes durante el partido, sólo adquieren peligrosidad para el equipo adversario si van acompañadas de altas dosis de oportunidad.
          En estos casos la oportunidad debe conjugar dos elementos inseparables, por un lado la decisión adecuada y, por otro, el tiempo de ejecución porque, como hemos señalado más arriba, las situaciones se crean en un instante y desaparecen al siguiente. También en numerosos momentos de otras modalidades deportivas como, por ejemplo, cambiar el ritmo, seguir a una adversaria, aprovechar un hueco para adelantar a los que van por delante, son acciones que están impregnadas de oportunidad.  

jueves, 22 de octubre de 2015

acomodarse en los déficits imposibilita evolucionar y acceder a un nivel superior

          Es una reflexión que viene a cuento de la actitud que tienen numerosos deportistas cuando se les requiere que entrenen aspectos que no dominan, sean tecnico-tàcticos, condicionales o mentales; además, se sienten atacados cuando se les proporciona un positivo feedback sobre sus actuaciones.
          En el trabajo que estoy desarrollando actualmente en la última fase del programa de tecnificación de los equipos de futbol pertenecientes a la cantera de la  Real Sociedad S.A.-D, he observado que muchos jóvenes futbolistas centran su esfuerzo y trabajo en aquello que hacen bien, en aquello que dominan, dejando a un lado aquello  que no les gusta, que no dominan con eficiencia o que lo desconocen, como es el desarrollo de las capaciades mentales, relacionadas sobre todo con las funciones ejecutivas.  
          Carecen de iniciativa para realizar una valoración POST partido, tiene una actitud escasamente proactiva para identificar sus puntos fuertes, su nivel de retención es pobre en relación a tareas que les podrían generar una mejora sustancial de sus déficits o puntos débiles,  así como el escaso interés en la comparación entre “tareas preparadas, tareas exigidas y tareas realizadas”. Sin embargo, se sienten muy satisfechos, felices, exitosos y cómodos, pero son poco autoexigentes. Y, entre otras cosas, esta acomodación les impedirá  evolucionar  del Sanse (2º equipo) a la Real Sociedad  porque necesitarán más tiempo de formación del que se dispone  en Zubieta.

miércoles, 21 de octubre de 2015

habituarse al error es llevar una preparación equivocada

Es una de las conclusiones  de las conversaciones mantenidas entre el tenista R. Nadal y su preparador T. Nadal,  publicados en prensa. Analizar y aprender de los errores es la única manera de progresar y siempre que lo intentas hay un porcentaje para el error,  pero lo importante es identificarlo y reconocerlo, porque así te sitúas en una posibilidad de mejorar, es el buen camino. 
Veo muchos videos de partidos y es bueno para la moral verme a mí mismo  disputar un punto decisivo y soltar una derecha ganadora; esto es lo más importante, porque me ayuda  a visualizar los detalles de mi juego, permitiéndome grabar una imagen mental que utilizo luego, cuando salgo a la pista, para recuperar esa fluida sensación de  control que necesito  para golpear bien la bola. Es difícil de explicar pero funciona.
Es muy importante hacer una reflexión conjunta del trabajo realizado, analizando los aciertos y revisando las acciones que se podían haber hecho mejor, lo que se convierte  en virtudes  del futuro. Hay muchos deportistas y entrenadores  que nunca se detienen a pensar en el proceso del trabajo realizado y esa falta de reflexión  es lo que marca el límite de la progresión, esa desidia en profundizar  en todos los aspectos del juego es lo que finalmente impide evolucionar y ser cada día mejor. Es el punto de partida para seguir mejorando, sin ella, es como si no estuvieras en la salida del camino  que te conduce a desarrollar tu potencial que te impide alcanzar la excelencia.

sábado, 17 de octubre de 2015

la presión no es más que la sombra de una gran oportunidad

Interesante reflexión realizada por el extraordinario  jugador de baloncesto Michael Jordan, relacionada con la gestión de la presión y entendida como una ayuda extra que  le ayuda al deportista a rendir en momentos muy significativos.
“Vemos a la presión como una complicación de lo terrible e imposible y  nos han enseñado a pensar que la presión es nuestra enemiga, la carga que nos empuja hacia abajo; sin embargo, me di cuenta de que podía amarla, desearla y de que me sentía a gusto con ella”.

El jugador comentaba que “le llevó un buen rato llegar a esta conclusión pero, si realmente quieres llevar tu rendimiento al siguiente escalón o al límite de lo posible, te tienes que dar cuenta que necesitas aceptar la presión, entenderla y usar la energía que te aporta”. Si la haces tuya, te ayudará a optimizar tu potencial y a tener una gran ventaja frente aquellos adversarios que la temen o no la saben gestionar adecuadamente.

la presión no es más que la sombra de una gran oportunidad

Interesante reflexión realizada por el extraordinario  jugador de baloncesto Michael Jordan, relacionada con la gestión de la presión y entendida como una ayuda extra que  le ayuda al deportista a rendir en momentos muy significativos.
“Vemos a la presión como una complicación de lo terrible e imposible y  nos han enseñado a pensar que la presión es nuestra enemiga, la carga que nos empuja hacia abajo; sin embargo, me di cuenta de que podía amarla, desearla y de que me sentía a gusto con ella”.

El jugador comentaba que “le llevó un buen rato llegar a esta conclusión pero, si realmente quieres llevar tu rendimiento al siguiente escalón o al límite de lo posible, te tienes que dar cuenta que necesitas aceptar la presión, entenderla y usar la energía que te aporta”. Si la haces tuya, te ayudará a optimizar tu potencial y a tener una gran ventaja frente aquellos adversarios que la temen o no la saben gestionar adecuadamente.

viernes, 25 de septiembre de 2015

hemos disfrutado sufriendo

Controvertido comentario realizado por un jugador de baloncesto perteneciente al equipo español, una vez finalizado y ganado el Cto de Europa-15. Soy contrario a establecer esta asociación entre la práctica de una actividad que te apasiona con el sufrimiento.
Se disfruta practicando actividades que apasionan, independientemente del resultado de la misma, y cuanto más te cuesten, elevados niveles de esfuerzo o de adversidades más satisfacción te generan, cuando más igualada sea la confrontación más exigente será para el deportista. Pero de ahí a vincular disfrute y sufrimiento hay una larga distancia.
Todas las actividades voluntarias en las que las personas deben responder al límite de sus capacidades son atractivas y motivantes, supone elevado agonismo, reto personal y satisfacción  vital por el hecho de disputarlas. Pero también elevados o máximos  niveles de esfuerzo, alta asertividad y fortaleza mental  frente a las adversidades,  “dándolo todo”.  Por eso, el  sufrimiento como tal, no es un aliado reconocido para estos lances, porque la pasión lo transforma en satisfacción.    

lo que da la confianza son los puntos

          Interesante pensamiento relacionado con la construcción de la confianza, aparecido en el Diario Vasco (19/07/15), y atribuido a un jugador de la Real Sociedad de Fúlbol, en vísperas de disputar el partido contra el RCD Español. El desconocimiento sobre el funcionamiento de la confianza sigue siendo muy recurrente en las manifestaciones que realizan futbolistas y entrenadores en el entorno competitivo.
Lo que te puede ayudar a ganar los partidos es la autoconfianza, pero no al revés, porque la autoconfianza siempre se refiere a las creencias sobre  lo que va a suceder. Los partidos ganados o los puntos obtenidos, si refuerzan el nivel de confianza de los jugadores para disputar partidos en el futuro, pero eso es fruto del pasado; en ningún caso se puede vincular el nivel de la confianza en relación al partido que se va a disputar: “tenemos que ganar el partido para coger confianza”. Es como poner el carro por delante de los bueyes.

El partido que se va a jugar no guarda ninguna relación con el nivel y la estabilidad de la confianza antes de disputarlo, sino que más bien, necesitas un alto nivel y estabilidad de la confianza, para aumentar las probabilidades  de obtener un resultado positivo. Además, aceptar como algo natural la inestabilidad de la confianza (si tienes que ganar confianza es porque piensas que la has perdido),  es otro error mental que reduce las probabilidades de obtener un resultado exitoso. 

domingo, 13 de septiembre de 2015

el futuro suele llegar demasiado rápido

Interesante opinión del genial físico alemán A. Einstein,  fallecido en 1955,  que me hace recordar la importancia de no tener prisa para conseguir los objetivos que se propongan en el alto rendimiento: Cuanto menos prisa tengas por conseguirlos  más rápido llegarán: “sólo tienes que estar preparado cunado aparezcan”.
Tambien sugiere que, en demasiadas ocasiones, se pretende alcanzar objetivos de forma inmediata, cuando lo normal es que lleven su tiempo y, el hecho de que se necesite dicho tiempo, no es contradictorio con la llegada rápida, ni con las velocidades de consecución de los mismos. 
Además, construir el futuro tal y como deseamos que suceda, nos ayudará a tomar decisiones  encaminadas hacia aquellas cosas que nos lleven a conseguirlo. Demasiado rápido tampoco quiere decir poco tiempo, si no que nos coge desprevenidos o descolocados, dejando pasar el momento deseado. Por eso hay que estar preparados, con mucha dedicación y generosidad en el esfuerzo,  para aprovechar las oportunidades cuando éstas se presenten. 

a la perfección sólo se puede llegar desde la imperfección

Es una idea muy antigua que, a menudo, invade mis pensamientos y me ayuda a reflexionar sobre la importancia de aceptar los errores que comentemos porque, sobre ellos, construiremos el camino hacia la mejora y nos llevarán a alcanzar la excelencia.
Aceptar con tranquilidad que somos imperfectos, pero que podemos llegar a ser excelentes a pesar de ello, es un buen ejercicio de autoestima que refuerza la fortaleza mental que se necesita para responder a las exigencias del alto rendimiento  en el deporte.

Lo contrario, pensar que somos perfectos en nuestras acciones sin darnos  margen a equivocarnos, supone una carga de responsabilidad excesiva porque los errores  son una parte consustancial en el ser humano. Además, en situaciones de máxima exigencia competitiva, el miedo a equivocarse centra bel afrontamiento en la amenaza frente al reto,  dispara la ansiedad y contamina la respuesta emocional, con lo que hace imposible alcanzar rendimientos excepcionales cuando más se desean. 

lunes, 13 de julio de 2015

la impulsividad como elemento de desajuste en el juego

         A menudo se observan comportamientos impulsivos en los jugadores durante el desarrollo del partido que perjudica el rendimiento del equipo tales como, la precipitación en las acciones, las respuestas airadas frente a decisiones del árbitro, los comportamientos reactivos frente a las acciones defensivas de los contrarios, las excesivas ansias por meter gol, son algunas de las situaciones habituales que se producen en la competición.
        En el caso del deporte, podemos hablar de  impulsividad cuando existe  una predisposición a actuar de forma rápida, inesperada, irreflexiva y desmedida ante una situación que se perciba como amenazante, sin tener en cuenta las consecuencias que puedan provocar la conducta realizada. En la actuación impulsiva no hay lugar para el pensamiento y, a pesar de que  en algunas ocasiones puede ser motivo de  alta eficiencia, en la mayoría de los casos conlleva errores y baja eficiencia.
En el caso del fútbol supone precipitación con la consiguiente  la pérdida de  balón, juego individualista, reacciones desmesuradas  ante las acciones de los adversarios que conlleva la expulsión del partido; también el excesivo deseo en decidir de forma simultánea en situaciones complicadas para terminar una jugada, con la consiguiente pérdida de balón y la organización de un peligroso contraataque del equipo contrario.
          En la impulsividad predomina la baja tolerancia al estrés y la frustración, la falta de control de impulsos, y los comportamientos agresivos, que pueden afectar negativamente en el rendimiento del jugador. Podríamos decir que es un desajuste emocional que provoca una sobrecarga en el sistema decisional del jugador, que le lleva a decidir de forma errónea por una deficiente regulación entre las  exigencias de la decisión y las posibilidades  de su ejecución.

jueves, 9 de julio de 2015

en el fútbol, todo se reduce a una conjunción entre lo físico y lo técnico

          Es una opinión  que suele aparecer en las conversaciones de aficionados  que se producen a lo largo de las pretemporadas pero,  sin embargo, a medida que avanza la temporada los malos resultados se suelen vincular a capacidades mentales, tales  como: despistes de  atención, falta de activación o de implicación,  baja confianza, errores decisionales o deficiente gestión de la presión.
      Es decir, que la propia dinámica de la competición evidencia el error que se comete con estas apreciaciones pero, entonces, corregir estos errores sin una adecuada preparación mental se convierte en algo imposible. Actualmente existe una opinión generalizada respecto a la importancia de las capacidades mentales para obtener elevados rendimientos en competición.
       Además, fruto de las últimas investigaciones, se puede hablar de capacidades mentales de “segunda generación”, referidas a las funciones ejecutivas: autosupervisión, memoria a corto plazo, orden y planificación, iniciativa y flexibilidad para el cambio, entre otras. Son las responsables de que un jugador exprese potencialidad futbolísitca al máximo durante cada partido.   

empezar bien nos daría confianza y empaque

           Interesantes declaraciones realizadas por el   jugador E. Granero y aparecidas en una entrevista publicada en el Diario Vasco (9/07/15) relacionada con la confianza, en la que se aprecia cierto error de valoración generalizado que se comete al iniciar la temporada.
        Además, al analizar el final de temporada anterior, las opiniones se encaminaban en la misma dirección equivocada: “ El año pasado fue una cuestión más de falta de confianza que de incapacidad de la plantilla. Entramos en una mala dinámica y nos costó mucho sacar los partidos, sobre todo en los partidos que jugábamos fuera de casa. A nivel psicológico, especialmente daria mucho empaque al equipo empezar bien”. Hay que señalar que la confianza depende da cada jugador, es decir, de control interno, que refleja la creencia que tiene en sus propias capacidades. 
      Empezar bien es mejor que empezar mal, evidentemente, pero no se debería establecer relaciones con la confianza, porque se encuentra asociado a contingencias externas.  Pero si se piensa de esta manera, se  está dejando que la confianza se vea afectada por elementos externos, con la consiguiente pérdida de fortaleza mental. Debería ser alta y estable en todo momento, sin dejarla a merced de la forma de comenzar la temporada o de otras contingencias externas.

martes, 12 de mayo de 2015

a veces no sabes como se pierde la confianza y a veces no sabes como vuelve, pero vuelve.

Es el llamativo comentario realizado por la exjugadora Conchita Martinez, ganadora del torneo de Wimbledon, mientras Rafa Nadal jugaba su partido contra Berdych,en el Torneo de Mutua Madrileña, en Madrid. Hablar sobre la confianza en términos de vaivén, supone una enorme falta de consistencia  en el juego y una auténtica autotrampa mientras se compite.
La confianza es una creencia sobre las capacidades y las acciones que un deportista es capaz de ejecutar, depende del deportista y genera un efecto nuclear positivo sobre el resto de las capacidades que optimizan el rendimiento del jugador. Por lo tanto, puede estar bajo su dominio manteniéndola alta y estable en todo momento. 
Otra cosa es que todavía se desconozca su funcionamiento y sus posibilidades de control, lo que supone un déficit en la preparación mental del deportista. Además, hoy se sabe que se encuentra estrechamante relacionada con la fortaleza mental y con la tolerancia a la adversidad. Entrenarla y desarrollarla adecuadamente, para disponer de ella de forma sólida, es parte del entrenamiento mental  en el alto rendimiento.  

domingo, 10 de mayo de 2015

el impacto positivo del “juego interior”

       Cada vez  somos más conscientes que, en situaciones exigentes y significativas, debe existir un equilibrio entre el mundo interno y el externo; pero priorizando la  atención sobre el mundo interior, porque es de donde surge la fortaleza mental y la energía necesaria para optimizar el potencial de cada deportista. 
         Por un lado, la toma de conciencia de la propia activación, genera una sensación de fluidez y armonía difíciles de sustituir. Sentir el aumento de la frecuencia cardiaca, de la respiración y  de la tensión arterial, aumentan los niveles de serotonina y de  la máxima convicción en las propias posibilidades.  
           Por otro, centrarse en  el camino del reto y de la superación, genera la aparición de emociones positivas, permite mantener la concentración sobre lo “importante”, hace que desaparezca el miedo y aumente la alegria y la satisfacción por disputar. Todo ello es lo que hace aumentar la producción de endorfinas, que son imprescindibles para rendir por encima de lo esperado y alcanzar niveles de excelencia. Es decir,  partir desde el autocontrol hacia  la aventura más excitante.   

lunes, 27 de abril de 2015

la mejor motivación es la automotivación.

          Es una opinión expresada por el entrenador de fútbol de la Real Sociedad, D. Moyes, y publicada en el Diario Vasco (14/04/15), con las que estoy plenamente de acuerdo; sin embargo, los titulares de la misma entrevista se orientan en dirección contraria a la automotivación: “el que no esté motivado, no puede estar en la Real”.
              Y continuaba la entrevista: “ no concibe que un futbolista no lo dé todo en un partido oficial, aunque no esté en juego un puesto europeo o la posibilidad de bajar”; son dos refuerzos extrínsecos que debilitan la motivación autodeterminada y, cuando lo habitual es pensar en el resultado del equipo, se anula la automotivación.
              La automotivación se activa con reforzadores internos y se desactiva con los externos. Entre los primeros se destaca  la competencia percibida, el aumento del conocimiento para desarrollar el potencial al máximo y la aprobación social. Entre los segundo el resultado, el puesto en la clasificación, el dinero y la fama, que tienen alto refuerzo motivacional extrínseco, pero debilitan la automotivación. Es un buen ejemplo que sirve para explicar los altibajos en la motivación de los jugadores.   

viernes, 27 de marzo de 2015

haremos lo que pensamos, por lo tanto, pensemos lo que haremos

En un interesante programa emitido por TV2 relacionado con el sueño lúcido, http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-tematica/noche-tematica-suenos-lucidos/3056659/ , se comentaban los avances científicos que se han producido en los últimos años en el uso de esta actividad mental para aprovechar el potencial de la mente en beneficio propio.
           Para nosotros, no es nuevo, porque ya lo utilizamos en la preparación de los JJOO de Barcelona-92 con la judoka M. Blasco y, posteriormente con Y. Soler; sin embargo, es ahora cuando se reconoce el valor científico de dicha intervención.  En el programa se plantea la posibildiad de preparar la mente para vivir un estado de vigilia, durante el que se practica lo que se va a necesitar al dia siguiente, generando un estado motivacional con gran disposición para la acción.
          El pensamiento funciona de manera lenta y rápida, que es la exigencia fundamental que se le pide en situaciones de competición, porque en la mayoría de las ocasiones no hay tiempo para pensar con detenimiento. Por eso, 24, 12, 6 o 3 horas  antes, si hay tiempo para pensar lo que habrá que  hacer cuando se presente la situación sin tiempo para pensar y tener que decidir rápidamente. Esta es una de las capacidades entrenables de la actividad mental, a través de la imaginería y  del sueño lúcido,  que se explica en el programa televisivo señalado.

lunes, 23 de marzo de 2015

las cosas no son como suceden sino como se valoren.

Siguiendo con el mismos artículo publicado en el diario El Mundo (20/03/15), sobre la actividad mental saludable, J. Fuster prestigioso neurocientífico de 85 años y profesor en UCLA, comentaba la importancia de aprender a  desarrollar nuestra capacidad de pensamiento. No nos enseñan a pensar, hay que ser consciente de ello. Cuando no se aprende a pensar el cerebro genera pensamientos descriteriados y faltos de control que nos llevan a la incompetencia, desesperación o la continua equivocación. 
Somos fruto de nuestro pensamiento pero ¿alguien nos enseña a pensar.? Cuando tomamos decisiones ¿cómo sabemos si son acertadas o no, si no nos hemos parado a reflexionar sobre lo que acabamos de hacer? Somos fruto del pasado, que nos condiciona, y nos preparamos para el futuro, pero ¿cuando  piensas en el presente? En el presente se encuentran las claves de llegar al futuro deseado y, en esto, aprender a pensar eficientemente y entender la importancia de los procesos mentales, para valorar lo que se está haciendo  se convierte en algo fundamental.

Para ser eficientes? cuatro aspectos comunes: autoestima, estabilidad emocional, optimismo y buena  relación con los demás (empatía); son cosas que se pueden aprender y las construcciones cognitivas son fundamentales para ello. Una estrategia adecuada es quedarse con lo que se ha hecho bien, generar sentimientos de satisfacción y aprovechar los errores para mejorar porque,  una experiencia nunca es un fracaso y siempre se puede obtener algo positivo de ella. Todo esto es clave para alcanzar los sueños y siempre hay que alinearse con ellos, identificando en cada situación lo que se  ha hecho para acercarse a lo que se pretende alcanzar. Esta es la cuestión, y las autovaloraciones son determinantes para conseguirlo, es decir, las construcciones cognitivas que realizamos en el presente sobre nuestra propia realidad.

necesidad de orden en la relación cognición/emoción, para un rendimiento excelente

Leyendo un artículo publicado en el diario El Mundo (20/03/15), sobre la actividad mental saludable, J.Fuster prestigioso neurocientífico de 85 años y profesor en UCLA, comentaba la importancia  del equilibrio entre los pensamientos y los sentimientos, fruto de las relaciones entre la cognición y la emoción, destacando la importancia de la capacidad de no desesperarse en situaciones adversas o muy desfavorables (resiliencia), semejantes a las que se viven continuamente en ámbito  del rendimiento deportivo.
En estas situaciones se produce  una competencia de impulsos contradictorios en la corteza prefrontal de nuestro cerebro, que para ser eficientes y tener una excelente salud mental, se tienen que equilibrar y  se tienen que armonizar. Es decir que, para alcanzar la excelencia y la satisfacción vital, tiene que haber una armonización de los dos sectores más importantes de la mente humana: la cognición (percepción, atención, inteligencia y memoria) y la emoción (los impulsos vitales).

Además, actualmente  existe un corpus de conocimiento sobre la importancia de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina, la adrenalina o el cortisol (cóctel de la felicidad) que provocan sentimientos de placer y, por eso,  debe de haber un equilibrio en ellos. Actúan como mediadores que conectan la información que se encuentra almacenada en nuestra memoria cognitiva y emocional. En las situaciones deportivas de máxima significación y exigencia personal, se suelen desencadenar este tipo de respuesta emocional, de ahí la importancia de gestionarla adecuadamente. Pero ¿como interviene la cognición en este proceso?: sencillamente manteniendo la autoconfianza al máximo nivel  y estabilizada, porque sin ella, la reacción emocional jamás irá acompañada de semejantes sustancias y se convertirá en imposible aquello que inicialmente podía haber sido posible.

lunes, 16 de marzo de 2015

la fuerza del deseo como parte de la fortaleza mental en el rendimiento

              En conversaciones mantenidas con otros colegas y entrenadores, suele surgir habitualmente una cuestión: ¿Se puede rendir en una competición a pesar de que no estés en plena forma?. Evidentemente, la respuesta es afirmativa, porque durante la competición se produce uan activación emocional de imprevisibles consecuencias, para bien o para mal.
Un buen ejemplo de esto y asociado a la fortaleza mental  lo ha protagonizado la corredora Trihas Gebre, atleta donostiarra de origen etíope, tras proclamarse campeona de España de campo a través, disputado en Alcobendas,  Madrid. Comentaba: “He corrido acatarrada y con fiebre, pero ha merecido la pena, deseaba con todas mis fuerzas ser campeona de España.
Y continuaba, “sabía que tenía que correr muy bien para ganarles. Desde el jueves he estado con catarro y con fiebre, pero no me he dado por vencida”. Es importante señalar que también es una manera de entrenar y desarrollar  la fortaleza mental, imprescindible para este tipo de situaciones

jueves, 12 de marzo de 2015

crear un recuerdo del futuro, una de las habilidades de la memoria de trabajo.

En una conversación mantenida con Loren, director deportivo de la Real Sociedad SAD de fútbol, sobre la toma de decisiones rápidas y la importancia de la visualización, me comentaba lo que había leido recientemente en un libro publicado por  R. Santandreu, “Las gafas de la felicidad” en el que se exponía la opinión del jugador Rooney, delantero centro del Manchester U.
Este jugador, atribuía una parte del éxito en los partidos al entrenamiento  de visualización que realizaba sistemáticamente antes de cada partido. “Siempre la realizo un día antes del partido:  por la noche cuando me acuesto, me imagino haciendo buenos pases, metiendo goles, haciendo movimientos sueltos y también recreo las sensaciones  que he tenido en los mejores partidos; incluso le pregunto al botillero el color de la camiseta del partido para hacerlo con ella. Intento crear “un recuerdo del día siguiente”.
Llevo mucho años jugando en el manchester U., y en la selección inglesa y, por extraño que parezca esto funciona. Eso sí: hay que imaginarse logros que puedas hacer o que hayas hecho en el pasado porque, para que tenga sentido, te lo tienes que creer.  Como ya se conoce por numerosas investigaciones al respecto, el entrenamiento en imaginería puede llegar a tener el mismo efecto que el entrenamiento real para los deportistas de alto nivel, que son expertos en su deporte.
          Hoy, fruto de los avances científicos producidos en los 5 últimos años, se sabe que es la memoria de trabajo la que se encarga de realizar este tipo de acciones, recordando el pasado y construyendo el futuro. Además, con el entrenamiento en imaginería que se comenta, se cumplen dos principios de la toma de decisiones rápidas: el principio asociativo y el de disponobilidad, por eso no resulta extraño que funcione este tipo de entrenamiento para mantener elevados niveles de rendimiento a lo largo de todo el partido.  

domingo, 22 de febrero de 2015

minimizar el valor del objetivo más importante de la temporada hace peligrar su consecución

          En una entrevista realizada al entrenador de la Real Sociedad de Futbol SAD, el escocés D. Moyes (El Diario Vasco, 15/0215),  se planteaba un dilema en principio de forma superficial, pero con graves consecuencias para la supervivencia del club, como ya han demostrado experiencias pasadas no muy lejanas: ¿Es mejor ir a la Champions con pocos canteranos o terminar el 14 con muchos?.
          Si los resultados funcionaran como modelos garantistas, evidentemente lo acertado sería elegir la primera opción; pero como estamos en un modelo probabilístico, ningún fichaje garantiza que se vaya a conseguir la clasificación. Pero lo que si garantiza es que el presupuesto que se necesita para traer jugadores con mayor nivel que los canteranos puede generar una carga económica que peligre la supervivencia del club.
          La experiencia, por cierto muy reciente, nos ha demostrado que sí es posible clasificarse para la Champions con un equipo formado por canteranos, con 2-3 incorporaciones de jugadores relevantes y con un presupuesto equilibrado, acorde a los ingresos del club. Pero, en cualquier caso, clasificarse todos los años entre los catorce primeros de la Liga supone garantizar la categoría y la sostenibilidad del club, algo que la mayoría de los equipos de la primera división persiguen al inicio de la temporada. Restarle valor a la consecución de este objetivo o minusvalorarlo, supone una ligereza mental que pone en peligro su consecución, con  consecuencia  desastrosas  ya experimentadas  en anteriores ocasiones. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

el chocolate del loro

          Varios colegas me han llamado, alarmados, para comentarme la noticia aparecida en el Diario Vasco (11/02/15), relacionada con el refuerzo que ha utilizado el entrenador de la Real Sociedad  de Fútbol SAD, el escocés D. Moyes,  ya que al finalizar el mismo le ha entregado al equipo ganador  de los “partidillos” una caja de bombones.
          Entiendo que no deja de ser una cosa anecdótica, sin relación con la falta de activación e intensidad continuada que se ha detectado a lo largo de los partidos, lo que les genera irregularidad en el juego. Este deficit  competitivo recurrente, se encuentra relacionado con aspectos endógenos y específicos pertenecientes a la motivación autodeterminada y a la fuerza mental lo que, evidentemente,  se orienta en la dirección contraria al refuerzo externo utilizado.
          Sin embargo, según el artículo, lo que se buscaba eran “los goles perdidos” reforzando extrínsecamente a los jugadores más certeros. Pero, para concretar en goles las ocasiones generadas, se hace necesario entrenar sobre todo la anticipación y la toma de decisiones rápidas, aspectos relacionados con las funciones ejecutivas y de gran relevancia para la optimización del potencial competitivo del equipo.     

jueves, 29 de enero de 2015

conforme vaya sacando la cabeza de abajo ganará en confianza y jugará mejor.

             En un artículo publicado en el Diario Vasco (28/10/15), se comentan algunas declaraciones del técnico de la Real Sociedad S.A.D. de fútbol, D. Moyes, en relación a la confianza: “ El técnico confía en la plantilla y cree que conforme salga de la zona de ababjo el equipo ganará  en confianza”.
Y continuaba: “En esta situación, el objetivo es ver qué jugadores tendrían cabida en la próxima temporada, porque ahora hay unos cuantos que estaría en la cuerda floja de no mejorar considerablemente su rendimiento”. El asunto es que para ganar partidos, hay que tener un alto nivel de confianza y, además, que sea estable; es decir, poner el carro por delante de los bueyes no es una adecuada estrategia para optimizar el rendimiento. Por otro lado, tampoco ayuda a elevar el nivel de confianza colectva cuestinando el rendimiento de los jugadores.

La confianza es la creencia de que se tienen los recursos necesarios para competir y de que se ejecutarán de forma eficiente durante el partido; siempre se orienta hacia el futuro inmediato y es anterior a la disputa del partido. La cuestión es el trabajo que se deberá desarrollar en el entrenamiento para mantener una confianza alta y estable  de cara al partido que se va a disputar y no al revés que, por cierto,  también se encuentra relacionada con la dureza mental.

domingo, 25 de enero de 2015

la confianza que teníamos antes nos hace falta y tenemos que encontrarla a base de victorias.

Interesante reflexión aparecida en el Diario Vasco  (20/01/15), en el que se aborda la confianza, con cierto desconocimiento sobre su funcionamiento y supone, cierta inestabilidad en la misma. Además, añade que su percepción sobre su estado es negativa.
También siente impotencia  ante esta situación, porque “queremos jugar de una manera y no nos sale”. El equipo está entrenando bien y está intentando mejorar cada día, pero por más que las cosas no salgan hay que intentarlo siempre, esa confianza que teníamos antes, donde nos salía todo, es la que nos hace falta y tenemos que encontrarla a base de victorias. Además, otro miembro del equipo señalaba que “cuando llevas varios partidos sin ganar la confianza es diferente". 
Curiosamente, en estos comentario  se está mencionando implícitamente a la “dureza mental”, que hablaba el entrenador, pero con un  sentido de debilidad, porque, la inestabilidad y pérdida de la confianza y la tolerancia a la adversidad son dos de las dimensiones de la dureza mental que se encuentran debilitadas. Como positivo, la constancia en seguir intentándolo, que también pertenece a la dureza mental.  

miércoles, 21 de enero de 2015

los pilares de la dureza mental

     Es un término multifactorial que ha reclamado una importante atención entre los investigadores relacionados con el alto rendimiento deportivo, y del que actualmente  se tiene un escaso conocimiento sobre sus elementos y procedimientos. En nuestro caso, www.Teskal.com, la entendemos como “una capacidad psicológica  que permite a los deportistas optimizar su potencial en cualquier situación, para mejorar y/o alcanzar los objetivos que se proponga”. Las dimensiones más importantes son:  
         a) Confianza: Creer en las posibilidades y recuperar la compostura si se pierde en algún momento, pensar que se tienen los recursos necesarios para competir,  interpretar las amenazas como oportunidades para mejorar, y sentirse cómodo bajo presión  haciendo las tareas comprometidas con mucha seguridad y tomando decisiones  acertadas, es lo que caracteriza a esta dimensión.
        b) Constancia: Comprometerse con las tareas que haya que hacer, insistir y persisitir en situaciones difíciles o desagradables, manteniendo la  concentración en lo relevante, asumir la responsabilidad  para marcarse sus propios objetivos y hacer todo lo necesario para alcanzarlos, es que se identifica con este factor.   
        c) Control emocional: Ausencia  de miedo, de preocupación o de dudas por competir mal, es decir, tener claridad y seguridad;  enfadarse o frustrarse cuando las cosas no van como se desea y ponerse ansioso en situaciones que no esperabas o que no podías controlar, son los aspectos que definen esta dimensión
       d) Tolerancia a la adversidad/resiliencia: Mantenerse firme y combativo en situaciones adversas, incluso superando las expectativas que inicialmente se hayan planteado, pensando que todas las situaciones de competición sirven para ser mejor y siendo capaz de superarse a si mismo en las peores condiciones posibles, lo que genera alta satisfacción.  
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