Interesante opinión del pelotari profesional, Martinez de Irujo,
después de disputar la final y perderla frente a Mikel Urrutikoetxea, que le
remontó un marcador adverso de 10 a 20, es decir, le metión 12 tantos seguidos.
“El partido estaba resuelto pero hay que matarlo, me ha entrado el miedo y he
metido la pata hasta el fondo. También suele pasar en el fútbol, cuando no hay compañero al que pasar y nadie quiere el balón.
Además este pelotari suele
utilizar la hostilidad en niveles exagerados, lo que también provoca ofuscación mental. Incluso no aprovechaba los tiempos de descanso, solicitados
por su “botillero” (preparador o asesor personal que está en la cancha), como
se pudo apreciar en la retransmisión televisiva. También se aprecia una falta
de claridad en Plan de Partido “Pensé que tenía ventaja suficiente y he hecho
cosas que no debía, como adelantarme al saque del rival”.
Quizás tenia que haber parado el partido un
poco, aprovehar los descansos para reestructurarse cognitivamente, tanto
tácticamente como emocionalmente, y alejarse de las prisas por ganar o de la
precipitación. Cuando no se dispone de un plan de competición integral (saber
lo que debes hacer, sentir y pensar) y las cosas se tuercen por cualquier
motivo, es fácil que aparezca la ofuscación, la falta de claridad, el exceso de
hostilidad y la precipitación, que son los acompañantes habituales en el camino
hacia el fracaso, como en este caso. Sólo que da hacer lo adecuado en la
preparación para que no se repita.