lunes, 23 de marzo de 2015

necesidad de orden en la relación cognición/emoción, para un rendimiento excelente

Leyendo un artículo publicado en el diario El Mundo (20/03/15), sobre la actividad mental saludable, J.Fuster prestigioso neurocientífico de 85 años y profesor en UCLA, comentaba la importancia  del equilibrio entre los pensamientos y los sentimientos, fruto de las relaciones entre la cognición y la emoción, destacando la importancia de la capacidad de no desesperarse en situaciones adversas o muy desfavorables (resiliencia), semejantes a las que se viven continuamente en ámbito  del rendimiento deportivo.
En estas situaciones se produce  una competencia de impulsos contradictorios en la corteza prefrontal de nuestro cerebro, que para ser eficientes y tener una excelente salud mental, se tienen que equilibrar y  se tienen que armonizar. Es decir que, para alcanzar la excelencia y la satisfacción vital, tiene que haber una armonización de los dos sectores más importantes de la mente humana: la cognición (percepción, atención, inteligencia y memoria) y la emoción (los impulsos vitales).

Además, actualmente  existe un corpus de conocimiento sobre la importancia de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina, la adrenalina o el cortisol (cóctel de la felicidad) que provocan sentimientos de placer y, por eso,  debe de haber un equilibrio en ellos. Actúan como mediadores que conectan la información que se encuentra almacenada en nuestra memoria cognitiva y emocional. En las situaciones deportivas de máxima significación y exigencia personal, se suelen desencadenar este tipo de respuesta emocional, de ahí la importancia de gestionarla adecuadamente. Pero ¿como interviene la cognición en este proceso?: sencillamente manteniendo la autoconfianza al máximo nivel  y estabilizada, porque sin ella, la reacción emocional jamás irá acompañada de semejantes sustancias y se convertirá en imposible aquello que inicialmente podía haber sido posible.