jueves, 12 de marzo de 2015

crear un recuerdo del futuro, una de las habilidades de la memoria de trabajo.

En una conversación mantenida con Loren, director deportivo de la Real Sociedad SAD de fútbol, sobre la toma de decisiones rápidas y la importancia de la visualización, me comentaba lo que había leido recientemente en un libro publicado por  R. Santandreu, “Las gafas de la felicidad” en el que se exponía la opinión del jugador Rooney, delantero centro del Manchester U.
Este jugador, atribuía una parte del éxito en los partidos al entrenamiento  de visualización que realizaba sistemáticamente antes de cada partido. “Siempre la realizo un día antes del partido:  por la noche cuando me acuesto, me imagino haciendo buenos pases, metiendo goles, haciendo movimientos sueltos y también recreo las sensaciones  que he tenido en los mejores partidos; incluso le pregunto al botillero el color de la camiseta del partido para hacerlo con ella. Intento crear “un recuerdo del día siguiente”.
Llevo mucho años jugando en el manchester U., y en la selección inglesa y, por extraño que parezca esto funciona. Eso sí: hay que imaginarse logros que puedas hacer o que hayas hecho en el pasado porque, para que tenga sentido, te lo tienes que creer.  Como ya se conoce por numerosas investigaciones al respecto, el entrenamiento en imaginería puede llegar a tener el mismo efecto que el entrenamiento real para los deportistas de alto nivel, que son expertos en su deporte.
          Hoy, fruto de los avances científicos producidos en los 5 últimos años, se sabe que es la memoria de trabajo la que se encarga de realizar este tipo de acciones, recordando el pasado y construyendo el futuro. Además, con el entrenamiento en imaginería que se comenta, se cumplen dos principios de la toma de decisiones rápidas: el principio asociativo y el de disponobilidad, por eso no resulta extraño que funcione este tipo de entrenamiento para mantener elevados niveles de rendimiento a lo largo de todo el partido.