lunes, 23 de marzo de 2015

las cosas no son como suceden sino como se valoren.

Siguiendo con el mismos artículo publicado en el diario El Mundo (20/03/15), sobre la actividad mental saludable, J. Fuster prestigioso neurocientífico de 85 años y profesor en UCLA, comentaba la importancia de aprender a  desarrollar nuestra capacidad de pensamiento. No nos enseñan a pensar, hay que ser consciente de ello. Cuando no se aprende a pensar el cerebro genera pensamientos descriteriados y faltos de control que nos llevan a la incompetencia, desesperación o la continua equivocación. 
Somos fruto de nuestro pensamiento pero ¿alguien nos enseña a pensar.? Cuando tomamos decisiones ¿cómo sabemos si son acertadas o no, si no nos hemos parado a reflexionar sobre lo que acabamos de hacer? Somos fruto del pasado, que nos condiciona, y nos preparamos para el futuro, pero ¿cuando  piensas en el presente? En el presente se encuentran las claves de llegar al futuro deseado y, en esto, aprender a pensar eficientemente y entender la importancia de los procesos mentales, para valorar lo que se está haciendo  se convierte en algo fundamental.

Para ser eficientes? cuatro aspectos comunes: autoestima, estabilidad emocional, optimismo y buena  relación con los demás (empatía); son cosas que se pueden aprender y las construcciones cognitivas son fundamentales para ello. Una estrategia adecuada es quedarse con lo que se ha hecho bien, generar sentimientos de satisfacción y aprovechar los errores para mejorar porque,  una experiencia nunca es un fracaso y siempre se puede obtener algo positivo de ella. Todo esto es clave para alcanzar los sueños y siempre hay que alinearse con ellos, identificando en cada situación lo que se  ha hecho para acercarse a lo que se pretende alcanzar. Esta es la cuestión, y las autovaloraciones son determinantes para conseguirlo, es decir, las construcciones cognitivas que realizamos en el presente sobre nuestra propia realidad.