Siguiendo con el mismos artículo publicado en el diario El
Mundo (20/03/15), sobre la actividad mental saludable, J. Fuster prestigioso
neurocientífico de 85 años y profesor en UCLA, comentaba la importancia de
aprender a desarrollar nuestra
capacidad de pensamiento. No nos enseñan a pensar, hay que ser consciente de
ello. Cuando no se aprende a pensar el cerebro genera pensamientos
descriteriados y faltos de control que nos llevan a la incompetencia,
desesperación o la continua equivocación.
Somos fruto de nuestro pensamiento pero ¿alguien nos enseña
a pensar.? Cuando tomamos decisiones ¿cómo sabemos si son acertadas o no, si no
nos hemos parado a reflexionar sobre lo que acabamos de hacer? Somos fruto del
pasado, que nos condiciona, y nos preparamos para el futuro, pero ¿cuando piensas en el presente? En el presente
se encuentran las claves de llegar al futuro deseado y, en esto, aprender a
pensar eficientemente y entender la importancia de los procesos mentales, para valorar
lo que se está haciendo se
convierte en algo fundamental.
Para ser eficientes? cuatro aspectos comunes: autoestima,
estabilidad emocional, optimismo y buena
relación con los demás (empatía); son cosas que se pueden aprender y las
construcciones cognitivas son fundamentales para ello. Una estrategia adecuada
es quedarse con lo que se ha hecho bien, generar sentimientos de satisfacción y
aprovechar los errores para mejorar porque, una experiencia nunca es un fracaso y siempre se puede
obtener algo positivo de ella. Todo esto es clave para alcanzar los sueños y siempre
hay que alinearse con ellos, identificando en cada situación lo que se ha hecho para acercarse a lo que se
pretende alcanzar. Esta es la cuestión, y las autovaloraciones son determinantes
para conseguirlo, es decir, las construcciones cognitivas que realizamos en el
presente sobre nuestra propia realidad.