domingo, 13 de septiembre de 2015

a la perfección sólo se puede llegar desde la imperfección

Es una idea muy antigua que, a menudo, invade mis pensamientos y me ayuda a reflexionar sobre la importancia de aceptar los errores que comentemos porque, sobre ellos, construiremos el camino hacia la mejora y nos llevarán a alcanzar la excelencia.
Aceptar con tranquilidad que somos imperfectos, pero que podemos llegar a ser excelentes a pesar de ello, es un buen ejercicio de autoestima que refuerza la fortaleza mental que se necesita para responder a las exigencias del alto rendimiento  en el deporte.

Lo contrario, pensar que somos perfectos en nuestras acciones sin darnos  margen a equivocarnos, supone una carga de responsabilidad excesiva porque los errores  son una parte consustancial en el ser humano. Además, en situaciones de máxima exigencia competitiva, el miedo a equivocarse centra bel afrontamiento en la amenaza frente al reto,  dispara la ansiedad y contamina la respuesta emocional, con lo que hace imposible alcanzar rendimientos excepcionales cuando más se desean.