En un artículo publicado en el diario El Mundo, firmado
por el escritor J.A. Marina (25/06/14), se aborda la evolución y el
conocimiento que se tiene actualmente del inconsciente, a un nuevo inconsciente, no
freudiano, que nada tiene que ver con el psicoanálisis y que se encuentra
estrechamente relacionado con el pensamiento creativo, con la iniciativa ante
situaciones altamente complejas y con la solución de problemas no resueltos.
En una ocasión el matemático francés Henri Poincare fallecido a principios del
siglo pasado a los 58 años de
edad, contó que había trabajado infructuosamente en la resolución de las
funciones fuchsianas (funciones periódicas o automorfas), y que deseando descansar se fue de
excursión; pero en el momento de
subir al autobús, apareció en su consciencia la solución que inútilmente había
buscado. Es decir, cuando había dejado de trabajar sobre este asunto no había
solución; sin embargo, ahora aparecía espontáneamente en su cabeza. ¿Quien la
había pensado.? Entonces llego a la conclusión de que era el inconsciente quien
lo había hecho.
Con ello hilvano una teoría sobre este tipo de
procesamiento mental, centrado en la estrecha relación que existe entre el
mundo consciente y el inconsciente, que recorre tres etapas: 1) El análisis
consciente; 2) El periodo de incubación inconsciente;3) la emergencia a la
consciencia del producto de esa actividad inconsciente. Aunque no sean tan
geniales, cualquiera de nosotros puede asistir pasivamente a la aparición
de soluciones a situaciones que surgen en nuestro entorno. Esto supone un
avance para la preparación mental en el alto rendimiento, y explica porque
muchos deportistas, sin saber como, encontraron la solución y el momento
oportuno para realizar acciones eficientes que les llevaron a conseguir logros impensables,
es decir, fueron más allá de lo conscientemente posible.