sábado, 28 de junio de 2014

el inconsciente ha dejado de ser una instancia que nos maneja desde la oscuridad, para convertirse en un motor que podemos perfeccionar.

          En un artículo publicado en el diario El Mundo sobre la evolución del inconsciente (explicado en las dos entradas anteriores), firmado por el escritor J.A. Marina (25/06/14), se indica que el inconsciente se adiestra mediante el entrenamiento: por ejemplo, aprender a conducir es convertir en automáticos procedimientos que previamente tenemos que realizar atentamente, conscientemente, es decir, estamos construyendo habilidades que funcionaran de forma inconsciente, cuando la conciencia lo requiera.
          Esto es lo que le permitía afirmar hace 40 años a Paul  Rozin científico neoyorkino, profesor de psicología de la Universidad de Pennsylvania, que el gran paso en la evolución de la inteligencia fue la capacidad de llevar a la conciencia el conocimiento ya presente en la mente humana, pero ubicado en la inconsciencia cognitiva. Cada vez son más el número de operaciones importantes que podemos hacer sin pensar en ellas.
          El inconsciente neuronal es capaz de guardar conocimientos y procedimientos para elaborarlos, captar otros nuevos y relacionarlos; según la neurociencia cognitiva esto es lo que constituyen los "esquemas generadores": por ejemplo, en el caso de un futbolista, mediante un largo y exhaustivo entrenamiento, va adquiriendo esquemas musculares para realizar diferentes acciones, controlar, conducir, golpear, driblar, etc; este conjunto de esquemas de que dispone y su capacidad para poner en acción uno u otro de forma eficiente, constituye el talento como jugador.

          Es decir, su memoria muscular ha olvidado cada una de las veces que realizo el movimiento, pero, gracias a ello, se ha configurado un esquema de acción inconsciente y automático que actuara cuando la situación lo requiera, a partir de un control decisional consciente.  Cuando las rutinas automatizadas alcanzan alto grado de complejidad, se hace necesario un mecanismo de alto nivel que permita que las partes se comuniquen, que administre eficientemente los recursos y que asigne el control. Nos encontramos ante una revolución de nuestros conceptos de educación, de aprendizaje y de perfeccionamiento que espero que sean bien  aprovechados, sobre todo en ámbitos de máxima exigencia personal.