El
funcionamiento cerebral se asemeja al funcionamiento en red; accede a las
memorias por contexto y asociación y se encuentra organizado de modo
jerarquico, es decir, unas redes metidas dentro de otras, de forma análoga al
funcionamiento de internet. Es el comentario realizado por el doctor J. Fuster
(entrada anterior), publicadas en el diario El Mundo, 30/06/14.
No somos
conscientes de qué hacemos y porqué hacemos, pero lo hacemos. Muchas veces la
intuición es repentina y se hacen las cosas sin saber porqué, pero cuando se
analizan se encuentran razones lógicas de esa decisión, que proceden de la
situación y que dictan o sesgan dicha decisión.
Sólo
prestamos atención a cosas que son distintas o sorprendentes, lo demás lo
ignoramos y en eso tiene que ver mucho la corteza cerebral. Lo que pasa es que
hay activación de ciertas partes de la corteza que son afines a lo que se ha percibido o a lo
que se piensa hacer, pero es una activación que no llega a nivel de la
conciencia.
Por eso,
para poder tomar decisiones rápidas y eficientes, tenemos que manejar
previamente, de forma deliberada,
información relevante y acciones que
resuelvan satisfactoriamente la exigencia requerida. Así tendremos muchas más
probabilidades de que el inconsciente nos proponga dicha solución y podamos
tomarla conscientemente.