jueves, 2 de agosto de 2007

y yo, mientras tanto, ¿qué hago?

Más o menos es lo que se dice que preguntaba el nuevo entrenador del Madrid, mientras observaba la sesión de entrenamiento centrada en la preparación física (El Mundo 30-07-07). Además, comentaban numerosas explicaciones sobre la importancia del material tecnológico que se utilizaba, el exhaustivo registro de datos de los ayudantes, la importancia de tener una base de datos relacionada con la adaptación, controles de velocidad, minuciosos planes de recuperación, y otras cosas más que evidentemente son necesarias utilizarlas en los nuevos métodos de preparación.



Ahora bien, me atrevo a hacer un interesante pronóstico en relación a los equipos de la Liga de Futbol Profesional: A lo largo de la temporada 2007-08, cuando los entrenadores comenten el rendimiento de su equipo en el partido jugado cada fin de semana, los términos que utilizarán la mayoría de ellos para realizar su valoración harán referencia a: activación, tensión, motivación, confianza, concentración, decisión, implicación, agresividad, competitividad, mentalidad, compromiso, carácter, actitud, combatividad…. Y pregunto ¿Se entrenan estos aspectos? ¿Se utilizan herramientas de evaluación que midan estos parámetros? ¿Se conocen su funcionamiento?



Porque, si no se entrenan y se desconoce su funcionamiento, cómo es posible que se valore el rendimiento del equipo en base a indicadores que no se han entrenado ni entran dentro de los planes de preparación de los equipos. Curiosa contradicción que contamina la valoración que se realiza del rendimiento del equipo y, además, impide identificar los puntos débiles que se han producido durante el partido.