Es el nombre que reciben l@s deportistas que se autoinducen a soñar lúcidamente. Conseguir desarrollar esta técnica y aplicarla en el alto rendimiento, es una tarea que debería entrar en los planes de entrenamiento de l@s deportistas de élite. Los sueños nos permiten construir las situaciones de competición tal y como las deseemos, cuantas veces las solicitemos y con la resolución que más se adecue a nuestros intereses y, cada vez que coincida lo soñado con la realidad presente, generará una sensación como de ir por delante de los propios acontecimientos, mientras estos suceden.
Se puede conseguir desarrollar esta habilidad en aquell@s deportistas que se encuentran altamente motivad@s, se autoprograman el contenido de los sueños y desean recordarlos cuando se despiertan. A la aptitud para recordar las acciones que deseamos realizar en el futuro Stephen LaBerge lo denominó “Inducción mnemónica del sueño lúcido” (MILD, Mnemonic Induction of Lucid Dreams).
Actualmente recomiendo a l@s deportista con los que trabajo que realicen una sesión de visualización sobre situaciones tácticas de competición antes de acostarse y, que al despertarse, hagan un esfuerzo por recordar lo soñado y lo registren. Es una excelente manera de desarrollar la MILD, y a los que no lo consiguen, les sugiero que se dediquen a autosugestionarse como si estuvieran soñando, durante 4 -5 veces a lo largo del día.
Ser capaz de decidir rápidamente una alternativa adecuada y ejecutarla con determinación, sobre todo en las situaciones de máxima presión, es lo que marca la diferencia entre el éxito o el fracaso, fundamentalmente en aquellos deportes en los que la ejecución eficiente depende de milésimas de segundo. Esta habilidad aumenta las probabilidades de conseguirlo.