Hablando con Oskar González, joven colaborador y miembro de Grupo Iceberg S. L., me comentaba que había leído un pequeño artículo de E. Punset sobre el sueño consciente en el que, apoyándose en Nicolás Humphrey (psicólogo de la Universidad de Londres), lo definía como: una forma extraordinaria de sueño, en la que el sujeto que sueña es consciente de que esta soñando, puede controlar su sueño y es capaz de guiarse a sí mismo a través de él. Además, se indicaba en el mismo, que se pueden construir escenarios mentales personales que te llevan a una situación específica, en la que puedes controlar todos los elementos presentes, como si estuvieras en un simulador virtual.
Para mí, es satisfactorio encontrar este tipo de comentarios y opiniones, que me animan a profundizar y a comprender la importancia de esta habilidad psicológica, para desarrollarla en l@s deportistas y con l@s técnicos con l@s que trabajo.
Digo esto porque comencé a trabajarla tímidamente con la judoka Miriam Blasco, mencionado en la entrada del 29-07-07, y más tarde con el golfista J. M. Arruti en el año 1996, con unos resultados muy satisfactorios. Posteriormente, cada vez que he sugerido utilizar el sueño lúcido a otr@s deportistas, siempre ha contribuido a optimizar su rendimiento competitivo, con un impacto transversal positivo en el conjunto de sus habilidades y, sobre todo, en relación a los procesos decisionales.
En fin, creo esta habilidad tiene un enorme recorrido y puede llegar a ser un excelente indicador para evaluar el nivel de la capacidad psicológica de jóvenes deportistas en su camino hacia el alto rendimiento. Lo que sí esta claro es que desde este momento y en este espacio, será uno de los temas a tratar con especial interés.
Para mí, es satisfactorio encontrar este tipo de comentarios y opiniones, que me animan a profundizar y a comprender la importancia de esta habilidad psicológica, para desarrollarla en l@s deportistas y con l@s técnicos con l@s que trabajo.
Digo esto porque comencé a trabajarla tímidamente con la judoka Miriam Blasco, mencionado en la entrada del 29-07-07, y más tarde con el golfista J. M. Arruti en el año 1996, con unos resultados muy satisfactorios. Posteriormente, cada vez que he sugerido utilizar el sueño lúcido a otr@s deportistas, siempre ha contribuido a optimizar su rendimiento competitivo, con un impacto transversal positivo en el conjunto de sus habilidades y, sobre todo, en relación a los procesos decisionales.
En fin, creo esta habilidad tiene un enorme recorrido y puede llegar a ser un excelente indicador para evaluar el nivel de la capacidad psicológica de jóvenes deportistas en su camino hacia el alto rendimiento. Lo que sí esta claro es que desde este momento y en este espacio, será uno de los temas a tratar con especial interés.