En ocasiones me he encontrado con deportistas que tienen la capacidad de visualizar de forma nítida y precisa los acontecimientos del futuro, incluso mencionaban que lo que les ha ocurrido ya lo habían imaginado. Curiosamente había un elemento que confluía en todos ellos, el alto compromiso que manifestaban hacia las tareas que diariamente les exigía el entrenamiento.
Creo que es una combinación de dos elementos interactivos lo que les permite desarrollar esa capacidad: la anticipación mental y la motivación. Es más, diría que el componente motivacional está primando sobre el propio proceso anticipatorio. Las personas motivadas predicen, en la mayoría de los casos, positivamente las acciones del futuro y los que anticipan positivamente los acontecimientos del futuro tienen más posibilidades de automotivarse .
Creo que es una combinación de dos elementos interactivos lo que les permite desarrollar esa capacidad: la anticipación mental y la motivación. Es más, diría que el componente motivacional está primando sobre el propio proceso anticipatorio. Las personas motivadas predicen, en la mayoría de los casos, positivamente las acciones del futuro y los que anticipan positivamente los acontecimientos del futuro tienen más posibilidades de automotivarse .
Sin embargo es el compromiso del presente, dimensión motivadora, lo que les lleva a ver el futuro de una forma positiva, sobre todo si va acompañado de una alta competencia percibida, pero no necesariamente. Por lo tanto, si queremos que los deportistas sean capaces de “trasladarse” hacia el futuro positivamente, deberemos considerar y trabajar previamente su nivel de compromiso con todo lo que ello supone. Practicar la visualización sin contemplarlo nos alejará del camino de la mejora.