martes, 31 de enero de 2012

yo no busco ganarle a él, sino superarme a mí mismo.


Son declaraciones realizadas por el tenista R. Nadal, una vez disputada  la final del torneo Abierto de Australia frente a Djokovic con resultado negativo, y publicadas en el diario El País (31/01/12).
“Estoy cambiando  y todo cambio  cuesta, necesita tiempo, pero esta es una de las derrotas más felices de mi carrera, ya que siempre busco superarme y aquí lo he conseguido. He sido bastante mejor que en 2011: me he llevado al límite, la pasión y la ilusión estaban ahí, y después de un tiempo en el que había sufrimiento sin disfrutar, he sufrido disfrutando”.
Por otro lado señala que quiere aumentar el nº de golpes ganadores y controlar el dónde y el cómo se deciden los puntos, porque se ha dado cuenta de que si no decide él lo harán los demás. 
Es un claro discurso lleno de criterios relacionados con la excelencia: Un estilo motivacional orientado hacia la mejora, autorreferenciado,  con un afán de superación y con especial mención al trabajo duro, al sacrificio y  a la satisfacción, en el que esfuero y éxito  van de la mano, es decir, son indiferenciados porque se busca la mejora por encima del resultado.