Es un comentario que
continuamente aparece en prensa, cada vez que surge un enfrentamiento entre dos
equipos de máxima rivalidad regional, los famosos “derbis”: catalán, vasco,
madrileño, sevillano, valenciano, gallego, asturiano, etc., Pero es importante
señalar que, a pesar de que eso puede influir en el nivel de motivación, en lo
que genera un importante impacto es en el nivel de activación.
El equipo rival es un
elemento externo y no conviene vincularlo a aspectos motivacionales, porque entonces estamos
sustituyendo la motivación intrínseca por la extrínseca y, al final, de forma
no consciente debilitamos la motivación
autodeterminada, elemento fundamental para alcanzar la excelencia en el
deporte. La activación, en parte, depende de factores externos pero la motivación no necesariamente.
Lo importante es mantener siempre alta la
motivación intrínseca, porque nos lleva a reforzar la práctica de aquellas
actividades que nos hacen sentirnos cada día más competentes y más autónomos. Por
eso, cuanto más mejoramos y más competentes somos, más cerca estamos de
alcanzar nuestra meta y mayor satisfacción sentimos por nuestra actuación.