A lo largo de estos días numerosos artículos en prensa se han centrado
en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey de fútbol, entre el Real Madrid y el C.F. Barcelona, en los
que se ha abordado cuestiones relacionadas con el alto rendimiento.
Concretamente en el artículo firmado por E. Punset en el diario El
Mundo (25/01/12), se señala que en las investigaciones de los últimos años
confirman que los equipos de alto rendimiento que buscan la excelencia, en
diferentes ámbitos de la vida, comparten similares habilidades
técnicas y cognitivas, y que en esos niveles de excelencia lo que marca la
diferencia es la gestión del talento.
En nuestro caso, es evidente que el entrenador con su estilo de
liderazgo, con su estilo motivacional y con la utilización de los recursos humanos
que tenga a su alcance, es decir el potencial de los jugadores de su equipo,
mediará en el rendimiento colectivo. Pero tan importante como eso es la
capacidad que muestre cada jugador en la gestión de su propio talento. Y para eso, ¿qué
debe de hacer?
En primer lugar coordinar la razón, el instinto y la emoción a partir
del conocimiento de sus emociones, de sus fortalezas, de sus debilidades, de
sus necesidades y de sus
principios integrándolo en una unidad de acción.
En segundo lugar, orientar, conducir y utilizar eficientemente los impulsos y los sentimientos que dictan su
comportamiento y la toma de sus decisiones, es decir, la inteligencia
contextual.
En tercer lugar, la motivación vinculada a factores internos frente a
los externos, es dcir, la pasión por el trabajo bien hecho, por la superación
personal y grupal; lo que supone perseguir los objetivos desde la inteligencia,
el respecto al adversario y la pasión, frente a la fuerza, la violencia y los engaños.
Finalmente destacar que, para
desarrollar el talento y convertirse en grandes deportistas, todos han
tenido que esforzarse, entrenar
duro y sacrificarse durante muchos años, pero no todos han invertido por
igual en aprender a gestionar su propio talento, que es lo
que a la postre será lo que marque la diferencia entre ellos.