Las declaraciones del piloto ingles de McLaren son un buen ejemplo de vulnerabilidad psicológica. Insinuar que el equipo le tiene que ayudar a él, porque se ha demostrado quienes están con el equipo y quienes no, además de ser un desatino, supone un tremendo error psicológico, porque transmite inseguridad, preocupación e incapacidad percibida de que pueda superar a Fernando Alonso, sin ayudas externas, en este final de campeonato.
Además, mencionar soslayadamente que el hecho de colaborar con la FIA, para la aclaración del espionaje de McLaren sobre Ferrari, refuerza más su espíritu de ganar a cualquier precio. Ya lo ha demostrado anteriormente con sus artimañas.
También puede suponer un intento de desestabilizar al piloto asturiano, pero creo que no va a conseguirlo. Quizás sucedan cosas extrañas en su equipo durante la disputa de las próximas carreras, que le afecten negativamente a su rendimiento, pero como dependen de factores ajenos a él, lo mejor que puede hacer es olvidarse de ello y centrarse en sus tareas, que parece ser la táctica que acertadamente está llevando y que junto a paciencia, es la mejor compañera de viaje en estas situaciones.