jueves, 11 de agosto de 2016

cuanta más diferencia haya entre lo que puedes hacer y lo que haces en el presente, menos favorable se presentará el futuro.

          En los procesos de preparación en el alto rendimineto, a veces, los deportistas están absortos en el presente, sin tener en cuenta las necesidades que planteará el futuro; esa falta de visión futura, implica que su compromiso en el presente podía ser mayor.
          Es evidente que cuanto mayor coincidencia haya entre lo que haces y lo que podías hacer, más posibilidades de mejora se produce; además, cuando el deportista hace todo lo que está en su mano para el objetivo, nada hay reprochable. Algunos deportistas como M. Phelps,  R. Nadal, M. Jordan, o M. Blasco (primera medalla de oro de España en JJOO), consideran que  el fracaso es no haber hecho todo lo posible para conseguir el objetivo, y quizás por eso, en momentos críticos, los acontecimientos  se  han desarrollado a su favor. 
          Sin embargo, últimamente, me he encontrado con jugadores de fútbol en transición  que necesitan elevar  su nivel de forma inmediata, pero que hacen menos de lo que  podían hacer para seguir mejorando. Están más pendientes de las decisiones de los técnicos que del esfuerzo y del trabajo que podían hacer para mejorar. Y, cuando el futuro no les favorece, se lamentan y culpabilizan de sus desgracias  a los demás, a las decisiones de los entrenadores, que no les valoran lo que valen, olvidándose de que ellos son los primeros responsables de su situaciòn, al no haber hecho cosas que en su momento pudo hacerlas y, que al final, repercutieron en sus posibilidades de alcanzar su objetivo.