Según el encabezamiento de un artículo
publicado en el diario Noticias de Gipuzkoa (18/08/16), el vallista navarro, S. Hernández, hace historia agridulce en los 400
vallas en su participación en los JJOO de Río-16; batió el record de España más antiguo que tenía J. A. Valero, que tenía 29 años, haciendo
en 48.87” pero le faltaron 2 centésimas para acceder a la final. A pesar de
haber protagonizado la mejor vuelta de su vida. “Lo que quería era estar en la final
y sabía que podía hacerlo; lo del récord es secundario. Me imagino que mañana
cuando lo pille en frio, lo asumiré y lo celebraré un poquito más.”
Sin embargo, es un
buen ejemplo de autotrampa porque le da más valor a aquello que no depende de
él frente a lo que sí depende, que es la autosuperación. Cuanto mejor eres más
probabilidides tienes de ser mejor que los demás, pero no al revés; además,
como hemos señalada en numerosas ocasiones, en el primer caso estamos en un
modelo garantista y en el segundo probabilístico.
Por eso hablo de autotrampa, porque lo probabilístico nunca puede situarse por delante de lo garantista, sobre todo en el alto rendimiento deportivo. Se podrá estar más o menos triste porque la suerte no ha acompañado para estar en la final, pero no debería afectar al valor del logro alcanzado.
Por eso hablo de autotrampa, porque lo probabilístico nunca puede situarse por delante de lo garantista, sobre todo en el alto rendimiento deportivo. Se podrá estar más o menos triste porque la suerte no ha acompañado para estar en la final, pero no debería afectar al valor del logro alcanzado.