Estas fueron las palabras del
entrenador José Mourinho en los primeros días de entrenamiento con el Real
Madrid, cuando los miembros de la
plantilla y el entrenador aún estaban conociéndose, según un artículo
publicado en el diario elmundo.es (en el apartado ciencia). La personalidad del técnico portugués a
la hora de conducir los equipos ha sido uno
de los debates más recurrentes en el país en todos los ámbitos futboleros, con
opiniones muy controvertidas y diversificadas.
Sin embargo, los estudios antropológicos relacionados con la conducta de los primates, aportan información interesante sobre la naturaleza de este tipo de actuaciones. Las estrategias de tipo autoritario para alcanzar el poder y ser respetado han sido observadas en varias comunidades de chimpancés. En Gombe (Tanzania), donde Jane Goodall ( una de las antropólogas más importantes en el estudio de los primates), estudió a los chimpancés durante años, en una ocasión observó el ascenso al poder de un individuo llamado Mike. Este macho jugaba con bidones de hojalata vacíos, y un día descubrió que el sonido estridente que producían al golpearlos asustaba a los compañeros. Gracias a esta estrategia, consiguió llegar a lo más alto de la jerarquía sin ser el más fuerte del grupo. Desgraciadamente, este tipo de tácticas también son muy comunes en los humanos.
El puñetazo sobre la mesa del directivo, los gritos y lanzamientos de objetos del entrenador o los empujones del adolescente son patrones de comportamiento con un objetivo similar al de Mike y que el ex-entrenador madridista maneja a la perfección. Este tipo de personas con estilo dominante desean ser el centro de atención de manera continua y no soportan el liderazgo natural de otros miembros. Esto podría explicar la decisión del preparador portugués de dejar, en su momento, a Iker Casillas en el banquillo o que acumulara más de doscientas tarjetas amarillas. Este tipo de personajes tratan de dejar claro en todo momento que controlan a su antojo todo lo que sucede y que son muy inflexibles, sin considerar los graves problemas que este tipo de acciones tienen para el rendimiento de su equipo.
Sin embargo, los estudios antropológicos relacionados con la conducta de los primates, aportan información interesante sobre la naturaleza de este tipo de actuaciones. Las estrategias de tipo autoritario para alcanzar el poder y ser respetado han sido observadas en varias comunidades de chimpancés. En Gombe (Tanzania), donde Jane Goodall ( una de las antropólogas más importantes en el estudio de los primates), estudió a los chimpancés durante años, en una ocasión observó el ascenso al poder de un individuo llamado Mike. Este macho jugaba con bidones de hojalata vacíos, y un día descubrió que el sonido estridente que producían al golpearlos asustaba a los compañeros. Gracias a esta estrategia, consiguió llegar a lo más alto de la jerarquía sin ser el más fuerte del grupo. Desgraciadamente, este tipo de tácticas también son muy comunes en los humanos.
El puñetazo sobre la mesa del directivo, los gritos y lanzamientos de objetos del entrenador o los empujones del adolescente son patrones de comportamiento con un objetivo similar al de Mike y que el ex-entrenador madridista maneja a la perfección. Este tipo de personas con estilo dominante desean ser el centro de atención de manera continua y no soportan el liderazgo natural de otros miembros. Esto podría explicar la decisión del preparador portugués de dejar, en su momento, a Iker Casillas en el banquillo o que acumulara más de doscientas tarjetas amarillas. Este tipo de personajes tratan de dejar claro en todo momento que controlan a su antojo todo lo que sucede y que son muy inflexibles, sin considerar los graves problemas que este tipo de acciones tienen para el rendimiento de su equipo.