Es uno de los pensamientos que mayor impacto
tienen en el mantenimiento de la confianza en situaciones muy exigentes o muy
complicadas, que recomiendo a los deportistas que se lo graben en la mente,
porque es una cuestión que sólo depende de ellos.
Sabemos
la importancia de la confianza para lograr objetivos de rendimiento y de la
influencia que ejerce sobre otras variables. Por un lado, de manera positiva en
la motivación, en la regulación emocional y en la toma de decisiones eficientes;
por otro, como amortiguador del efecto de dimensiones anímicas negativas, como
el exceso de tensión, de activación, de hostilidad y de fatiga percibida,
entre otras.
Por eso,
creer
firmemente en las posibilidades y recuperar la compostura si se pierde en algún
momento, pensar que se tienen los recursos necesarios para competir, interpretar
las amenazas como oportunidades para la mejora, sentirse cómodo bajo presión, concentrarse en lo relevante y no en lo preocupante y tomar decisiones acertadas, son
los mayores beneficiarios del mantenimiento de la confianza en niveles elevados
y estables, es decir, es imprescindible para que todo ello pueda ocurrir.