martes, 5 de julio de 2016

el circo romano de las tandas de penaltis

            Interesantes, variadas y diferentes declaraciones están apareciendo en prensa a cuenta de la tanda de penaltis realizada en el partido Alemania-Italia, en ¼ de final de la Eurocopa-16, en la que, a la postre, ganaron los alemanes. Loteria no lo es, porque pueden tirarse bien, como el italiano Insigne; mal, como el alemán Muller y hasta de manera cómica, como el italiano Zaza.
También se habla de que la escena, que se reproduce muy a menudo, refleja la película de terror que suponen las tandas de penaltis, para una amplia mayoría. Las piernas parecen de marmol, se funden las neuronas, la portería pasa a ser un borroso espejismo y los jugadores se niegan a ejecutarlos, buscando excusas tontas, como “tener las suelas muy desgastadas”. Sin embargo hay cosas que se pueden controlar y convertirse en invariantes a través del entrenamiento y la preparación. Son dos las cuestiones previas, que ayudarán a gestionar la presión en el momento de la ejecución:
           A) Cuál es tu preferencia?  Que  el jugador que lanza sea de tu equipo o el portero; prefieres asumir la responsabilidad de lanzarlo o dejarla en manos de otros compañeros, en cuyo caso dependes de ellos. Por eso, ser el lanzador conlleva el máximo control sobre la situación y los demás están a expensas de lo que decida y de lo que haga; tener el control sobre lo controlable siempre  debe generar satisfacción.
           B) Existen dos vías de aproximación que puede elegir el lanzador: a) tomarlo como un desafío personal, como un reto, disfrutando de esta oportunidad  para alcanzar el logro y con la sensación de que será capaz de conseguirlo; b) tomárselo como una amenaza para obtener el logro, con miedo a fallar y con dudas en la ejecución. En el primer caso, aumenta la probabilidad de éxito, mientras que en el segundo, además de reducirse dicha probabilidad, aparece el pavor más arriba mencionado. Estabilizar estas dos cuestiones contribuye a desarrollar la fortaleza mental y suponen  el mejor anclaje a la hora ejecutar el penalti de forma eficiente y precisa.