jueves, 24 de marzo de 2016

responsabilidad proactiva versus responsabilidad retroactiva (II).

La responsabilidad proactiva se asocia a la disposición motivacional  personal orientada hacia la tarea, porque se encuentra bajo control del deportista y puede responder sobre las acciones necesarias para preparar el partido. También a la anticipación de satisfacción por lo que se desea alcanzar (autorregulación emocional), así como a la utilización de los activadores motivacionales endógenos para afrontar el partido: Reto personal, ganas de disputar “per se”, oportunidad para mejorar, pasión por jugar.
Sin embargo, la responsabilidad retroactiva aparece una vez jugado el partido, y se centra en las tareas realizadas durante el mismo, con predominio de la disposición motivacional personal centrado en el resultado y con el uso se activadores motivacionales exógenos, lo que en ambos casos se sitúan fuera del control del deportista: Nivel del adversario/rivalidad regional, obtener los tres puntos, jugar en casa u otros externos al deportista.
En mi opinión, para ser competitivo, es importante conjugar  ambas, pero con gran predominio de la responsabilidad proactica, porque es la que aumenta las probabilidades de obtener un buen resultado y la que genera satisfacción, incluso cuando los resultados no son los deseados. Las lamentaciones, el sentimiento de culpabilidad, la frustración y el llanto por lo que no se ha conseguido alcanzar, sólo tienen cabida cuando se funciona a través de  la responsabilidad  retroactiva.