Es una reflexión
generada a partir de la falta de consistencia que se suele producir con demasiada frecuencia, tanto a nivel
individual como colectivo, en situaciones de rendimiento o de alto rendimiento
deportivo. La responsabilidad proactiva supone que el
deportista hace todo lo que está en su mano para optimizar su potencial y para
hacerlo cada vez mejor, lo que genera una serie de tareas previas a la
competición ( con mayor intensidad 24-48 horas antes), que se inicia con la
autosupervisión de la competición anterior y en las tareas que tendrá que hacer para la siguiente.
Por el contrario, la responsabilidad
retroactiva centra su atención en lo que ha sucedido durante la competición y
surge como una reacción al transcurso de la misma, centrándose en el pasado, sin
orientación proyectiva: “Nos ha faltado intensidad, no hemos sabido
contrarrestar el planteamiento del contrario, estamos en una racha negativa”,
son algunas de las cuestiones que se escuchan.
Además hay otra gran diferencia entre ellas: en la proactiva no hay lugar para las lamentaciones, si se comenten errores se aprenden de ellos para que no vuelva a suceder y, una vez disputada la competición, la atención se dirige hacia la siguiente manteniendo constante el proceso de preparación para la misma. Sin embargo, en la retroactiva, se producen lamentaciones porque se podían haber hecho las cosas mejor, se dedica demasiada atención a los errores y no a la forma de evitarlos y el proceso de preparación para la siguiente competición es aleatoria, depende en gran parte de factores externos.
Además hay otra gran diferencia entre ellas: en la proactiva no hay lugar para las lamentaciones, si se comenten errores se aprenden de ellos para que no vuelva a suceder y, una vez disputada la competición, la atención se dirige hacia la siguiente manteniendo constante el proceso de preparación para la misma. Sin embargo, en la retroactiva, se producen lamentaciones porque se podían haber hecho las cosas mejor, se dedica demasiada atención a los errores y no a la forma de evitarlos y el proceso de preparación para la siguiente competición es aleatoria, depende en gran parte de factores externos.