domingo, 27 de marzo de 2016

fallamos al ponernos metas

     Es la frase atribuida al jugador de la Real Sociedad de fútbol,  A. Illarramendi,  que encabeza un artículo de la entrevista  publicada en el Diario Vasco (27/03/16). Sin embargo, no creo que el jugador haya dicho semejante despropósito, porque  el hecho de no alcanzar una meta nada tiene que ver con fallar; sólo en el caso de tener la sensación de que se podía haber hecho algo más para conseguirla, puede aparecer esa percepción equivocada. Las metas guian el dia a dia y sin ellas no hay rumbo a seguir.
     Lo que sí se constata es una falta de responsabilidad proactiva, porque la valoración que se realiza es “a posteriori”, es decir, a partir de los resultados negativos: “ Nosotros somos los primeros a los que nos gusta ganar; todos los jugadores intentamos dar más y todos hemos hecho todo lo que hemos podido para conseguir mejores resultados”. Seguramente si se hubieran sacado más puntos no se hablaría de mal juego, de crisis o de sensación de fracaso, a pesar de hacer las mismas cosas en ambos casos.
     Y achacar la mala racha de resultados a un “bajonazo psicológico” supone un gran desconocimiento del funcionamiento mental; los resultados deportivos dependen de factores externos y la preparación psicológica siempre depende de factores internos, que están bajo control del deportista. Ahora bien, lo que sí puede existir es un déficit en la preparación mental de cada deportista, provocado mucho más por el desconocimiento de su funcionamiento que por  el compromiso y la voluntad del mismo. Y esta es la cuestión sobre un aspecto muy importante y entrenable, como es la preparación mental.

jueves, 24 de marzo de 2016

responsabilidad proactiva versus responsabilidad retroactiva (II).

La responsabilidad proactiva se asocia a la disposición motivacional  personal orientada hacia la tarea, porque se encuentra bajo control del deportista y puede responder sobre las acciones necesarias para preparar el partido. También a la anticipación de satisfacción por lo que se desea alcanzar (autorregulación emocional), así como a la utilización de los activadores motivacionales endógenos para afrontar el partido: Reto personal, ganas de disputar “per se”, oportunidad para mejorar, pasión por jugar.
Sin embargo, la responsabilidad retroactiva aparece una vez jugado el partido, y se centra en las tareas realizadas durante el mismo, con predominio de la disposición motivacional personal centrado en el resultado y con el uso se activadores motivacionales exógenos, lo que en ambos casos se sitúan fuera del control del deportista: Nivel del adversario/rivalidad regional, obtener los tres puntos, jugar en casa u otros externos al deportista.
En mi opinión, para ser competitivo, es importante conjugar  ambas, pero con gran predominio de la responsabilidad proactica, porque es la que aumenta las probabilidades de obtener un buen resultado y la que genera satisfacción, incluso cuando los resultados no son los deseados. Las lamentaciones, el sentimiento de culpabilidad, la frustración y el llanto por lo que no se ha conseguido alcanzar, sólo tienen cabida cuando se funciona a través de  la responsabilidad  retroactiva.

miércoles, 23 de marzo de 2016

responsabilidad proactiva versus responsabilidad retroactiva (I)

Es una reflexión generada a partir de la falta de consistencia que se suele producir  con demasiada frecuencia, tanto a nivel individual como colectivo, en situaciones de rendimiento o de alto rendimiento deportivo. La responsabilidad proactiva supone que el deportista hace todo lo que está en su mano para optimizar su potencial y para hacerlo cada vez mejor, lo que genera una serie de tareas previas a la competición ( con mayor intensidad 24-48 horas antes), que se inicia con la autosupervisión de la competición anterior y en las tareas que tendrá que hacer para la siguiente.
Por el contrario, la responsabilidad retroactiva centra su atención en lo que ha sucedido durante la competición y surge como una reacción al transcurso de la misma, centrándose en el pasado, sin orientación proyectiva: “Nos ha faltado intensidad, no hemos sabido contrarrestar el planteamiento del contrario, estamos en una racha negativa”, son algunas de las cuestiones que se escuchan.
Además hay otra gran diferencia entre ellas: en la proactiva no hay lugar para las lamentaciones, si se comenten errores se aprenden de ellos para que no vuelva a suceder y, una vez disputada la competición, la atención se dirige hacia la siguiente manteniendo constante el proceso de preparación para la misma. Sin embargo, en la retroactiva, se producen lamentaciones porque se podían haber hecho las cosas mejor, se dedica demasiada atención a los errores y no a la forma de evitarlos y el proceso de preparación para la siguiente competición es aleatoria, depende en gran parte  de factores externos.

lunes, 7 de marzo de 2016

mejorar para dar cada vez más

           Ultimamente me encuentro con deportistas que, una vez acceden al nivel deseado, dejan de hacer  parte de las tareas que les habían llevado a adquirir dicho nivel sin causa que lo justifique. Por ejemplo, cuando realizan la transición del segundo al primer equipo de un club de fútbol profesional, lo que hasta ese momento comprendian las tareas relacionadas con la preparación mental, dejan de hacerlas. 
         Esta actitud, desde una perspectiva de alto rendimiento y excelencia, no se puede justificar, porque supone el inicio del estancamiento en el desarrollo de su potencial. A veces,  ni ellos mismos son conscientes de las consecuencias que se pueden derivar de esa dejación. El comentario de un joven futbolista  al hacer la transición al primer equipo es un buen ejemplo: “Voy a seguir haciendo lo mismo que he hecho hasta ahora para seguir mejorando”, cuando en realidad empieza a dejar de hacer  una parte de lo que le ha llevado al primer equipo, sin darse cuenta del cambio a peor que se ha producido en su preparación.
           El entrenador catalán, P. Guardiola,  señalaba en una entrevista realizada por el diario Mundo Deportivo (7/03/16), en referencia a un joven jugador. “ Me gusta trabajar con jugadores que aprenden y que siempre quieren dar más, es un super, super, super jugador”. Y lo que comenta  el jugador  al que se refiere: “me dijo un par de cosas que yo tenia que haber hecho mejor”, admitieno implícitamente  que había cometido fallos. Para mejorar, lo más importante es admitir los fallos que se producen y centrarse en las tareas  que se debían de haber hecho, para ejecutarlas en la siguiente oportunidad.

jueves, 3 de marzo de 2016

la consistencia en elevados niveles de rendimiento (III).

En esta entrada abordaremos las tareas  a realizar  relacionados con la consistencia y la regularidad en elevados niveles de rendimiento, necesarias para su evolución.
7. Valoración POST partido y Feedback de los entrenadores:  a) Autosupervisión de los jugadores: Es la estrategia más adecuada para realizar una autovaloración sobre su propio rendimiento; b) Feedback entrenadores y técnicos. Los entrenadores realizan su valoración utilizando la misma herramienta de valoración POST, como se muestra en www.teskal.com. Además, debe de relacionarse con aquellos aspectos que figuran en el programa de mejora personal del jugador, para dar mayor consistencia a las opiniones de los jugadores y entrenadores.
8. Selección y elaboración de  nuevas tareas para el entrenamiento. a) Retención de acciones de mayor relevancia y eficiencia (Memoria de Tareas); b) Práctica deliberada/intencionada; c) Planificación  y preparación siguiente partido.
EN RESUMEN: 1)Visionado  y visualización de situaciones deseadas; 2)Afrontamiento, Autoactivación y Revisión de  PIC; 3) Gestion de la energia emocional durante el partido; 4) Iniciativa y toma de decisiones en el partido; 5) Ejecución PIC/Flexibilidad para el cambio; 6) Valoracion  post  partido/feedback entrenadores;  7)Selección y elaboracion de tareas para  el entrenamiento.

la consistencia en elevados niveles de rendimiento (II): la competición.

En esta entrada abordaremos la secuencia de tareas a realizar dentro de la competición que mejorar la consistencia y permiten  una regularidad en el  rendimiento competitivo.
4. Gestión de la energía emocional: a) Mantener estable la  intensidad de la respuesta emocional, evitando fluctuaciones; b) Disposición para luchar y disputar cada balón; c) Transformar las situaciones adversas  en incremento de energía potencial operativa; d) Dosificación de los esfuerzos.
5. Iniciativa y Toma de decisiones rápidas:  a) Principio de Utilidad esperada (las decisiones se deben tomar por el uso que tenga la tarea seleccionada y la probabilidad de que ocurra esa situación) x el  nivel de riesgo ; b) Principio de Disponibilidad la elección mental siempre elige lo más reciente, lo más actual; c) Principio de Repetición: es importante realizar repeticiones mentales con aquello que queremos que ocurra.  d) Principio de Simplificación: eliminar pasos  que pueden ser innecesarios para alcanzar  el mismo objetivo.
6. Ejecución del PIC y flexibilidad para el cambio: a)  Concentración rol del puesto/rol encomendado por el entrenador; b) Atención situaciones efímeras que se generen; c) Espacio y momento de la acción; d) Sencillez, seguridad y ganancia.  

la consistencia en elevados niveles de rendimiento (I)

Es la capacidad de mantener elevados niveles de rendimiento de forma continuada durante la competición, tanto en el partido como a lo largo de partidos. Se encuentra relacionada con la constancia, la confianza,  la tolerancia a la adversidad y la gestión emocional, es decir, la fortaleza mental.  Los pasos a trabajar en el entrenamiento:
1.Visionado  de situaciones anteriores y visualización de las deseadas: A)VISIONADO: Material seleccionado del partido o de partidos anteriores. B) VISUALIZACION. 48-24 horas antes: a) Jugar el partido en la cabeza como te gustaría jugarlo; b) Imaginarse posibles situaciones de partido; c) Trabajar sobre los 5’ iniciales y finales de cada tiempo; d) Periodos de 5’x 3 V.= 15’x3 V.=45’; e) En cualquier  momento del día.
2. Plan Integral de Competición (PIC):  Explicado en entradas anteriores; consta de a) Plan de Acción. (Tareas a realizar); b) Reestructuración cognitiva-emocional. c) Autoeficacia; d) Estabilizadores personales. 
3. Autoactivación para el partido: Es importante iniciar la activación utilizando  los mecanismos motivacionales A) ENDÓGENOS: a) Ganas de disputar “per se”; b) Reto personal; c) Oportunidad para mejorar; d) Pasión por jugar. B) EXOGENOS deben sumarse a los anteriores. (¡Pero también  los pueden anular¡¡) a) Nivel del adversario o rivalidad regional; Ganar y obtener los tres puntos; c) Jugar en casa; d) Otros.

miércoles, 2 de marzo de 2016

desde la solución deseada a la decisión esperada

Durante los últimos años se han visto incrementados los estudios que relacionan las emociones con la toma de decisiones intuitivas que, en ambos casos, no es posible ejercer un control sobre su respuesta, pero sí pueden ser moduladas, lo que nos lleva a hablar de un aumento de probabilidades sobre su control, sobre su estabilidad y sobre su eficiencia.
Desde este planteamiento se acepta que, en ambos casos, se pueden desarrollar estrategias para aumentar las posibilidades de afrontar la competición con un óptimo nivel de activación y de tomar decisiones acertadas más rápidas y eficientes. También es cierto que nunca se podrá ejercer un control total sobre ellas, es decir, hablaremos de probabilidades sobre dichos procesos mentales, porque tienen un alto componente de incertidumbre.
Hoy sabemos que el cerebro va por delante en la toma de decisiones rápidas y, a través del estudio con neuroimágenes se puede predecir, con varios segundos de anticipación, la decisión que va a tomar un deportista frente a una situación de competición. Es importante entrenar y desarrollar la capacidad mental a través de imágenes y experiencias propias, que activen los mecanismos generadores de adrenalina, noradrenalina, dopamina y cortisol (el cóctel de la felicidad y del bienestar psicológico).  Así, el principio de disponibilidad permitirá imaginar soluciones deseadas para que, en el momento adecudado, se tome la decisión esperada.

intuición y toma de decisiones (II)

El modelo propuesto por Tversky y Kanemann en 1990 (explicado en la entrada anterior), señala la existencia de dos principios fundamentales en el funcionamiento mental. El principio asociativo, el cerebro es una máquina que asocia todo lo que ocurre en su entorno y el Principio de disponibilidad, tiende a utilizar lo más reciente, lo que está muy presente, lo que tiene más a mano, es decir, lo que menos le cuesta para tomar una decisión.
También Es cierto que nunca se podrá ejercer un control total sobre la toma decisiones acertadas rápidas y eficientes, porque tienen un alto componente de incertidumbre, por eso hablaremos de probabilidades sobre dichos procesos mentales. Pero son entrenables y, por eso, se puede alcanzar un alto nivel de probabilidad de que la decisión sea la más eficiente en cada momento de la competición.
El Plan Integral de Competición (PIC), es una de las herramientas psicológicas más adecuadas, quizás la mejor, para alcanzar ese propósito y no dejar espacio para funcionar con la improvisación, como todavía sucede en numerosos deportistas, que actualmente se dedican al deporte profesional o al alto rendimiento.

intuición y toma de decisiones (I)

La teoría sobre los procesos decisionales propuesta por Tversky y Kanemann (1990), señala que la toma de decisiones, en numerosas ocasiones, no se explica en términos lógicos y racionales, sino que hay un componente intuitivo que prevalece sobre ellos. En las decisiones, hay más componentes que la utilidad esperada (uso o finalidad por probabilidad), que en nuestro caso se polariza en el nivel de riesgo. Es decir, en la solución deseada habría que manejar la utilidad esperada y el nivel de riesgo que comporta tomar dicha decisión.

En su última publicación, el profesor D. Kahneman (2012) hacía hincapié en la existencia de dos sistemas para explicar el pensamiento: el sistema 1, relacionado con la forma de pensar rápida e intuitiva, y el sistema 2, asociado al pensar despacio, de forma racional y reflexiva. Ambos funcionan conjuntamente, pero el sistema 1 es el primero que elabora  la respuesta, que puede ser revisada y modificada por el sistema 2. Sin embargo, en numerosas ocasiones prevalece la propuesta del sistema 1 y se toma la decisión sin analizarla adecuadamente, lo que evidencia la posibilidad de entrenar la toma de decisiones rápida a partir de la revisión de las opciones  y la modificación en el entrenamiento.