Hay que felicitar a la corredora española Marta Dominguez por su espectacular triunfo en la prueba de 3.000m. obstáculos, correspondiente al Cto del Mundo de Atletismo-09 celebrado en Berlín durante este mes de Agosto. Pero una vez reconocido su extraordinario triunfo, también es conveniente clarificar alguna de las declaraciones aparecidas en el diario El Mundo (19/08/09), que supuestamente se le atribuyen a la corrredora palentina, como es el enunciado de esta entrada.
Las capacidades psicológicas que configuran un carácter ganador, que son las que siempre se entán mencionando, son fruto de la interacción persona ambiente, en ningún caso son heredadas. Las estructuras cognitivas se van construyendo a lo largo de la vida, son dinámicas y cambiantes, por lo que siempre pueden ser mejorables, con una adecuada orientación, trabajo y perseverancia.
Estamos hablando de la motivación de logro, de la confianza, de la competencia percibida, de la tolerancia a la fatiga y a situaciones adversas, del autocontrol, de la anticipación, de la visualización y de la asertividad o actitud luchadora, de la implicación en el esfuerzo, entre otras. En todas ellas el ambiente que rodea al futuro deportista es determinante.
Además del conocimiento científico actual, el debate sobre si el campeón nace o se hace se quedó en el tiempo, son numerosos los casos de deportistas que, a través de un adecuado plan de entrenamiento psicológico, han mejorado sus prestaciones competitivas, convirtiendo este déficit inicial en su arma más potente. En mi actividad profesional orientada hacia el alto rendimiento, he trabajado con deportista que han hecho este recorrido y han llegado a ser medallista olímpicas.
Admitir que este aspecto se hereda, es cerrar la puerta a la mejora y condenar a muchos deportistas, los que no hayan sido tocados por la fortuna genética, a una falta de competitividad que sí la pueden alcanzar, a través del entrenamiento y la mejora como el resto de sus capacidades. Es una de las creencias erróneas más graves que todavía persisten en los modelos de entrenamiento en el alto rendimiento deportivo español, que impiden que muchos deprotistas puedan rendir lo que valen en situaciones de máxima exigencia, como son este Cto del Mundo o unos JJOO.
Afortunadamente tenemos el conocimiento necesario y disponemos de herramientas adecuadas para trabajar óptimamente estos aspectos y contribuir a que los deportistas de alto rendimiento puedan optimizar sus recursos y ser identificados con “la marca de los campeones” como gustan referirse en el futbol ingles a aquellos futbolistas que poseen estas cualidades.
Las capacidades psicológicas que configuran un carácter ganador, que son las que siempre se entán mencionando, son fruto de la interacción persona ambiente, en ningún caso son heredadas. Las estructuras cognitivas se van construyendo a lo largo de la vida, son dinámicas y cambiantes, por lo que siempre pueden ser mejorables, con una adecuada orientación, trabajo y perseverancia.
Estamos hablando de la motivación de logro, de la confianza, de la competencia percibida, de la tolerancia a la fatiga y a situaciones adversas, del autocontrol, de la anticipación, de la visualización y de la asertividad o actitud luchadora, de la implicación en el esfuerzo, entre otras. En todas ellas el ambiente que rodea al futuro deportista es determinante.
Además del conocimiento científico actual, el debate sobre si el campeón nace o se hace se quedó en el tiempo, son numerosos los casos de deportistas que, a través de un adecuado plan de entrenamiento psicológico, han mejorado sus prestaciones competitivas, convirtiendo este déficit inicial en su arma más potente. En mi actividad profesional orientada hacia el alto rendimiento, he trabajado con deportista que han hecho este recorrido y han llegado a ser medallista olímpicas.
Admitir que este aspecto se hereda, es cerrar la puerta a la mejora y condenar a muchos deportistas, los que no hayan sido tocados por la fortuna genética, a una falta de competitividad que sí la pueden alcanzar, a través del entrenamiento y la mejora como el resto de sus capacidades. Es una de las creencias erróneas más graves que todavía persisten en los modelos de entrenamiento en el alto rendimiento deportivo español, que impiden que muchos deprotistas puedan rendir lo que valen en situaciones de máxima exigencia, como son este Cto del Mundo o unos JJOO.
Afortunadamente tenemos el conocimiento necesario y disponemos de herramientas adecuadas para trabajar óptimamente estos aspectos y contribuir a que los deportistas de alto rendimiento puedan optimizar sus recursos y ser identificados con “la marca de los campeones” como gustan referirse en el futbol ingles a aquellos futbolistas que poseen estas cualidades.