viernes, 8 de junio de 2012

mirar hacia adelante y crecer


        Tuve la suerte de conocer a M. Preciado, entrenador de futbol recientemente fallecido, y me pareció una persona  sencilla, cercana, honesta  y afable, con una sonrisa permanente en su rostro. Sin embargo, a raiz de su fallecimiento, he podido conocer con mayor profundidad su andadura por esta vida.
       Entre las cosas que se han escrito, me ha llamado poderosamente la atención su  capacidad para afrontar y responder a las situaciones extremadamente duras y difíciles que la vida le había reservado.  Según el artículo del Diario Vasco (08/06/12), entre  los años 2002 2011 un cáncer le arrebató a su esposa, su hijo pequeño falleció en un accidente de moto  a los 15 años, y su padre fue atropellado por un coche el año pasado. Frente a todo ello, siempre comentaba lo mismo, “la vida me ha golpeado fuerte, podía haberme hecho vulnerable y pegarme un tiro o mirar al cielo y crecer: Elegí la segunda opción”.
        Es un excelente ejemplo de tolerancia a la adversidad que nos enseña que, cuando tienes un tropiezo y te caes, lo realmente duro es  levantarte, volver a caminar y mirar al futuro. Y, en este sentido, señalaba “en situaciones límite hay que contar hasta tres, yo he contado hasta diez y sigo”. Es una emotiva y entrañable  despedida  a una persona que siempre permanecerá en el recuerdo.