Interesante afirmación realizada por el
excelente jugador de baloncesto del equipo Miami Heat, LeBron James, publicada en el diario El País
(23/06/12), mientras celebraba la fiesta por la obtención del título de la NBA
y por ser elegido el mejor jugador
de la final en esta edición.
Y continuaba “perder la final el año pasado me
bajó los humos; el año pasado intenté probar algo a alguien y jugué con
demasiado odio. Este año he jugado con mucho amor, disfrutando en cada partido,
y hoy es el día más feliz de mi vida profesional. Jugar con odio y demostrar
algo a los demás no es mi estilo, sino comportarme con humildad y centrarme en los fundamentos básicos
para mejorar. "Y eso es lo que he hecho”.
Cuando cambió de equipo y pasó de los Cavaliers
al Heat, le pronosticaron que nunca iba a ganar un título de la liga en Miami
por haber abandonado al equipo de
Cleveland. El revés sufrido contra los Mavericks el año pasado le hizo
reflexionar sobre su actuación, analizar los errores y tratar de solucionarlos
antes del inicio de la temporada; “eso es lo que hice, es la noche más feliz de
mi vida”. Es un excelente ejemplo de afrontar las derrotas y de centrarse en el camino de la
mejora para alcanzar el objetivo, incluso antes de lo esperado.