Es el título de un artículo publicado en el diario Noticias de
Gipuzkoa (24/10/14), en el que se comentaba las declaraciones de un futbolista
de la Real Sociedad, S.A.D. Independientemente de su veracidad, viene bien
tomarlo como ejemplo didáctico para los fines de este blog. La
reacción del equipo no puede demorarse, el principio ha sido diferente de lo
que esperábamos y de lo que nos hubiera gustado. Ahora lo que hay que hacer es
trabajar, practicar la autocrítica, dar un poco mas, mejorar y así seguro que se invertirán las cosas.
Las derrotas están dejando tocado al equipo: Cuando
ganas, todo fluye, apenas se habla del partido y todo es más sencillo. Cuando
llegan las derrotas, uno habla mas con sus compañeros, trata de analizar
lo que esta pasando, es más crítico
con uno mismo y le da muchas vueltas. Eso es lo que tenemos que hacer, ver lo que
podemos aportar y, a partir de ahí, mejoraremos. Creo que estamos entrenando
como se debe, pero eso no garantiza que lleguen los resultados.
A la vista de estos comentarios se pueden deducir claramente tres cuestiones: a) que su orientación motivaciónal personal se construye desde lo externo (resultados
y publico) frente a lo interno; b) que carecen de herramientas para realizar una
adecuada y sistematizada autosupervisión (la diferencia de la autovaloración
cuando se gana frente a cuando e pierde), importante función ejecutiva; c) que desconocen la importancia de la memoria de trabajo para planificar el
siguiente partido (se centran mas en los errores que en los aciertos), otra importante función
ejecutiva. De todo ello se deduce que, en cuanto a las
capacidades mentales orientadas al rendimiento, el entrenamiento deja mucho que
desear. Desde aquí, desearles suerte para el próximo partido contra el Córdoba.