Ivan
Rakitic, centrocampista del F.C. Barcelona, señalaba en un artículo que el fútbol se parece a la arquitectura,
porque hay que construir un equipo y que aguante su estructura (El Mundo 11/04/16).
Coges a los mejores en su posición y no haces un equipo “per se”. Hay que dar
un sentido y un orden a las cosas, mantener un sistema de juego y reforzarlo cuando se debilita,
ayudando a los compañeros
cuando no pueden cumplir con sus
tareas.
Correr
y sacrificarse por el resto es una de las claves de nuestro éxito. Nuestra idea
estructural está muy preparada y, a partir de ahí debemos ser pacientes para
imponer la genialidad y el talento. Pero eso lo soporta el esfuerzo, sin él la
genialidad y el talento no podrian aparecer; en el sistema de juego de este
equipo son imprescindibles el talento y esfuerzo. Intentamos ser ordenados y atacar y defender juntos, esta es
nuestra verdadera fuerza.
Y continuaba: “disfruto de cada momento, incluso ahora mismo en la entrevista; disfruto en el vestuario, en los viajes, pues imagínate lo que disfruto jugando”. Es un claro ejemplo de apasionamiento por lo que hace y de desarrollo de funciones ejecutivas relacionadas con la memoria de tareas, el orden, de toma de decisiones y de flexibilidad para el cambio.
Y continuaba: “disfruto de cada momento, incluso ahora mismo en la entrevista; disfruto en el vestuario, en los viajes, pues imagínate lo que disfruto jugando”. Es un claro ejemplo de apasionamiento por lo que hace y de desarrollo de funciones ejecutivas relacionadas con la memoria de tareas, el orden, de toma de decisiones y de flexibilidad para el cambio.