lunes, 18 de abril de 2016

conduciendo la mente agitada a través del entrenamiento autógeno.

       En esta entrada queremos explicar brevemente una manera de practicar el entrenamiento mental, bien dirigida hacia sí mismo, a modo de meditación, o hacia el mundo exterior. Se inicia en una posición tumbada, cómoda y con los ojos cerrados. Centrarse en la respiración lenta, profunda y abdominal; elegir un nº del 6 al 9 y contar lentamente desde el 1, cuando llego al número elegido vuelvo a empezar hasta el siguiente múltiplo. Por ejemplo, primero hasta el 8, vuelvo a empezar hasta el 16, luego desde el inicio hasta el 24 y así sucesivamente. (Duración 4-5´).
        Vuelvo al ritmo respiratorio y a la tensión abdominal que genera; voy alternando tensión-relajación desde los pies a la cabeza, (dedos de los pies; tobillos, gemelos, tibiales, cuádriceps, isquiotibiales, cintura pélvica, pectoral, dorsal, hombros, cuello, cara, brazos, muñecas y dedos), con sensaciones de control. (Duración 5´). 
    Siento cómo mi mente, mi respiración y mi corazón se ralentizan, con sensaciones de apaciguamiento, de tranquilidad, de relax y de laxitud. Llevo mis pensamientos a lo que quiero hacer (sobre mí mismo o sobre el exterior), imagino los acontecimientos como quiero que sucedan, resolviendo las alternativas que genera mi mente de forma eficiente, siempre dando soluciones y resolviendo acertadamente. (Duración entre 7-10´). Para finalizar, dirigir  de nuevo la atención al ritmo respiratorio, realizar ligeros movimientos de toma de conciencia de brazos y piernas e incorporarse lentamente.