Al hilo de la entrada anterior, relacionada con la gestión de la presión, he querido destacar las declaraciones del entrenador del C. F. Barcelona, Pep Guardiola, en relación al afrontamiento del partido. Es evidente que esta frase le situa en un clima motivacional de maestría, porque es autorrefente “ orgullosos de ser fieles a nuestro estilo”.
Ayer comentábamos las dos posibilidades que planteaba el hecho de reclamar la presión. Ahora se puede afrimar claramente que se estaba refieriendo a la endógena, a la que aumenta la motivación y hace jugar al equipo al límite de su capacidad, como así sucedió.
Los comentarios aparecidos en prensa (3/05/09) son extraordinariamente elocuentes: “el equipo mostró su capacidad competitiva”, “cada jugador cumplió con su papel de forma brillante”, “ no hay un equipo que haya jugadotantos partidos buenos en una temporada”, “el R. Madrid fue una marioneta en manos del C.F. Barcelona”, “ el 2-6 es la mayor goleada que sufre el R.Madrid en su casa desde 1953”.
Por lo tanto, el equipo desplegó un juego eficiente y brillante, y, además, como los elementos externos se mantuvieron neutros, el resultado del partido refleja lo que ocurrió en el campo: la abrumadora superioridad de un equipo sobre el otro. Así quedan disipadas las dudas que se planteaban en la entrada anterior.