Me ha llamado la atención este comentario aparecido en la sección de deportes del Diario Vasco (21/05/09), relacionado con el partido de vuelta que tienen que jugar en Irún, entre el Real Unión y el Cadiz en la fase de ascenso a Segunda División.
Pensar de esa manera supone un gran desconocimiento de las relaciones existentes entre el plan de competición con las capacidades cognitivas y emocionales. Precisamente dicho plan, es el mejor antídoto para contrarrestar la respuesta emocional negativa y mantener la máxima convicción en la consecución del objetivo.
En la tesis doctoral realizada por la Dra. Saioa Telletxea, profesora de la Facultad de Psicología de la U.P.V./E.H.U., se analiza y se valora la relación existente entre el plan táctico, la confianza y las emociones negativas. En el primer caso, se produce una alta relación positiva y significativa, lo que supone reforzar la confianza, mientras que en el segundo caso, la relación es negativa y significativa, lo que genera un efecto amortiguador sobre la respuesta emocional negativa. De ahí la trascendencia que supone el hecho de tener interiorizada la táctica, la mejor herramienta psicológica en la alta competición, para mantener la convicción, tener una respuesta emocional óptima y rendir al máximo.