jueves, 24 de agosto de 2017

la diferencia entre lo posible y lo imposible es la medida de la voluntad del deportista.

          A menudo se suele hablar  de lo posible y lo imposible a la hora de plantear objetivos en el alto rendimiento, cuestión que está en boca de muchos  entrenadores y deportistas. Cuando un deportista habla de imposibles, en realidad está señalando que no va a estar dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para conseguir su meta, o que la ve inalcanzable.
         Los que tienen la determinación y la fuerza de voluntad para buscar aquello que inicialmente puede ser inalcanzable son deportistas que poseen una altísima confianza en sí mismos de manera permante y nada de lo que les pueda ocurrir en términos de dificultades  o adversidades les hará apartarse de su camino.
        Es el tránsito en la búsqueda de   la excelencia, en el que  se hace imprescindible una férrea voluntad de conseguirla, pero en el que no todos los deportistas están dispuestos a poner lo necesario para ello. La  implicación en el esfuerzo a altas intensidades, la determinación y la perseverancia en las tareas  que dia a dia se deben realizar, son  tres premisas necesarias para convertir lo imposible en posible.