En un
interesante artículo publicado en
el diario El Mundo (21 /08/17), se comentaban algunos de los mitos
que existen en torno al funcionamiento cerebral. Según el investigador
P. Irimia, vocal de la sociedad española de neurología, el cerebro no funciona
en compartimentos estancos sino como un todo, y los estudios de neuroimagen
funcional han sido capaces de mostrarnos la variedad de áreas cerebrales que se
activan según diversos procesos biológicos.
Las funciones cerebrales se producen por la
activación de diferentes áreas, ya que las neuronas se conectan unas a otras
formando redes neuronales intrincadas que relacionan unas funciones con otras
y, en función de esta activación, las tareas será más o menos eficientes. También señalaban que hay que desterrar la idea
de que algunas cosas sólo se pueden aprender desde niño, porque siempre se
puede aprender. Es cierto que hay
tareas que es más fácil aprender de niño porque el cerebro tiene mayor
plasticidad, pero la capacidad de aprender es posible a lo largo de toda la
vida. La mejora continua en el camino hacia la excelencia se apoya en este
principio.
Otro neuromito es que el cerebro se apaga
mientras estás durmiendo; pero esto no es así, porque el sueño es un proceso activo en el que tienen lugar
mecanismos fundamentales para el organismo, como por ejemplo, la consolidación
de la memoria. Cuando no se descansa adecuadamente disminuyen la capacidad de
concentración, de planificación, de memoria y el rendimiento en general. El
sueño lúcido es un buen ejemplo de ello.