viernes, 27 de noviembre de 2020
en situaciones de incertidumbre, la claridad o la certeza absoluta en la toma de decisiones no existe
miércoles, 25 de noviembre de 2020
no dudes de tí mismo, la duda arruinará tu potencial
En el alto rendimiento, la autoconfianza es un tema tan recurrente como el desconocimiento existente de su funcionamiento mental. Y en los años que llevo colaborando con deportistas, me he encontrado con dos grupos bien diferenciados: a) aquellos que pase lo que pase jamás pierden su nivel de autoconfianza; b) los que comienzan a dudar de sí mismos a la menor dificultad. A unos les influye negativamente la dificultad percibida o las sensaciones diferentes a las habituales; a otros el nivel de fatiga percibida, las posibles contrariedades que surjan o los comentarios jocosos y despectivos que se produzcan en su entorno. No es fácil de entender que existen tipos de confianza, explicados en entradas anteriores y que tienen el mismo efecto positivo cuando se quiere optimizar el rendimiento de los deportistas. Por una lado, hablamos de la confianza natural que poseen el primer grupo de deportistas mencionados que sólo necesita ser reforzada. Por otro, la confianza artificial que, además de reforzarla, habrá que construirla de forma deliberada a través del entrenamiento mental, necesaria para el segundo grupo de deportistas. Pero, para ello, se necesita un trabajo específico y adecuado, con alto compromiso, esfuerzo mental, constancia y tiempo para que funcione de la misma manera que la natural, sobre todo en situaciones de máxima exigencia personal. Sin embargo, no hay garantias de que esto siempre vaya a suceder.
martes, 5 de mayo de 2020
somos los arquitectos de nuestro propio destino
viernes, 24 de abril de 2020
no se puede cambiar sin cambiar la forma de pensar
miércoles, 22 de abril de 2020
“nada cambia a no ser que tu lo cambies”.
He constatado con algunos de los deportistas con los que trabajo que tienen verdaderas dificultades para cambiar los pensamientos, sobre todo los autorreferentes, aunque hayamos generado alguna miniestrategia para ello. En el momento de afrontar la competición recuperan pensamientos de experiencias pasadas que no les ayudan, utilizando los que le aporta su experiencia hasta ese momento y dejando a un lado la estrategia deliberadamente construida para resolver ese error mental y poder alcanzar el rendimiento deseado.
Pero, para que eso funcione, son necesarios dos principios: a) Que la estrategia planteada se base en evidencias empíricas, es decir, en conocimiento aplicado sobre el funcionamiento de lo que se quiera cambiar; b) Que en el entrenamiento mental utilice el principio de repetición, como un mantra, relacionado con los pensamientos y tareas de la estrategia planteada, porque esto refuerza el principio de disponibilidad a la hora de tomar las decisiones adecuadas. Sin ello, el cambio será muy difícil (se necesitarán muchos más años de experiencia) o imposible.