jueves, 7 de junio de 2018

la respuesta intuitiva y la generación de errores en el camino de la excelencia

          En la ultima publicación “Pensar rápido, pensar despacio” del doctor Kahneman (2012), uno de los pensadores más importantes del mundo, profesor de psicología  en la Universidad de Princeton  y premio  Nobel de economía por sus aportaciones en psicología sobre el modelo racional de la toma de decisiones, comentaba un pequeño experimento que había desarrollado con su colega Tversky, sobre la respuesta intuitiva.
        “Nuestro objetivo era identificar y analizar la respuesta intuitiva, la primera que se nos ocurriera, la que estábamos tentados de dar aún sabiendo  que era errónea. Cualquier intuición que los dos compartiéramos, la compartirían muchos más. A veces eran ideas  absurdas”. La respuesta intuitiva de los expertos, la primera que te viene a la cabeza, se explica mejor por los efectos de la práctica prolongada que por la heurística. 
          Se encuentra estrechamente relacionada con la toma de decisiones rápidas pero,  al tomarse sin conocer el alcance de sus consecuencias, las probabilidades de cometer errores es mucho mayor ya que, en la mayoría de los casos, carecen del sentido y de  la lógica del juego. Por eso es fundamental entrenar y desarrollar el principio de disponibilidad, a través de la repetición,  practicando mentalmente las diferentes soluciones que podemos encontrar en nuestro bagaje de memoria y recuperarlas, para poder actuar de forma eficiente en situaciones futuras. Además, es la mejor manera de reducir la frecuencia de errores y de desarrollar la consistencia a elevados niveles de rendimiento así como la fortaleza mental.