Leyendo
un artículo publicado en el diario El Mundo (11/06/18) por I. Serrano-Rosa,
relacionado con los errores y la importancia que tienen en la búsqueda del
éxito, me planteaba esta reflexión desde una posición semejante a la reflejada
en dicho artículo. Los errores tienen un componente de certeza y te enseñan
que “no ha sido la forma adecuada
para resolver la situación”, por eso hay que escucharlos.
Una adecuada estrategia para que el error nos
ayude a alcanzar la meta que buscamos supone tres aspectos: a) Reconocerlo, y
centrarse en lo que te pueda enseñar; b) Minimizar el impacto emocional que nos
pueda generar el hecho de habernos equivocado; c) Aceptarlo, asumir la responsabilidad y
entender que sólo en las situaciones muy complicadas es donde se puede dar “la
mejor versión de uno mismo”, lo
que contribuye a mejorar la capacidad adaptativa y a alcanzar al excelencia.
En dicho artículo, también se destacaba la importancia
de las capacidades personales como la autoestima, el optimismo, la autoeficacia
y la percpeción de control, aspectos que se encuentran estrechamente
relacionados con la satisfacción vital. Por eso, un ejemplo que utilizo a
menudo con los deportistas es: “Aunque me gustaria haberlo conseguido hoy no ha
podido ser, pero he sido capaz de sacar la mejor versión de mi mismo, me he
sentido muy seguro, me he concentrado en lo relevante, he sido más persistente
que nunca, por lo que estoy muy satisfecho”.