Siguiendo con el artículo publicado en el diario El Mundo (30/01/17) y firmado por R. Yanke, en el
que se abordaba la importancia del error como parte del proceso de aprendizaje
y necesario para progresar, aparece esta cita de T. Edison, antes de dar con el
filamento de tungsteno para fabricar bombillas.
Respondiendo a una
pregunta de una periodista, que le
recordó que había cosechado casi mil intentos fallidos antes de dar con el filamento, y cómo había sido capaz
de soportar tantos fracasos continuados, le contestó: “ no fueron fracasos,
sino 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”. Los errores cometidos durante
el proceso eran, únicamente, parte de un aprendizaje hacia el éxito: el acierto
del error.
El verdadero fracaso es el "metaerror", porque
significa equivocarse sobre lo que
significa equivocarse, verlo como un signo de fallo y no como un gesto
inseparable de nuestras cualidades humanas, como la empatía, el optimismo, la
imaginación. Es muy conocida la frase del escritor irlandés, S. Beckett: “ Inténtalo otra vez, fracasa
de nuevo, fracasa mejor.”